Una aerolínea caribeña que ayuda a unir a las muchas naciones insulares de la región se ha salvado de hundirse, al menos por ahora, por un plan de rescate liderado por el gobierno de Antigua y Barbuda.
El LIAT, de 45 años, que pertenece a un puñado de gobiernos regionales, brinda un servicio vital entre 15 países del Caribe, conectados por la economía y la cultura pero divididos por el mar. Opera casi 500 vuelos a la semana.
Antigua y Barbuda, donde LIAT tiene su sede central y que actualmente tiene una participación del 34 por ciento, está preparada para convertirse en el accionista mayoritario después de que Barbados acordó vender la mayor parte de su participación actual del 49 por ciento.
Está previsto que las negociaciones comiencen entre la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y el primer ministro de Antigua, Gaston Browne, quien presentó una propuesta oficial el mes pasado, para concretar un acuerdo.
Barbados no estaba «dando la espalda» a la aerolínea, dijo Mottley al parlamento de su isla recientemente, pero tenía previsto mantener una participación mínima.
LIAT ha estado al borde del colapso en los últimos meses, sus problemas se vieron agravados por la temporada de huracanes del Atlántico 2017, que devastó cuatro de sus destinos y provocó que los ingresos cayeran en picado.
Fuente: AFP (a través de Yahoo! Noticias)