
José Cortazar Navarrete.-Mérida, Yuc. 9 de mayo- El notable aumento del costo de vida y la constante reducción del poder adquisitivo del trabajador mexicano han puesto en un predicamento poder tener hijos. Según la Revista del Consumidor, crecer a un niño, en una familia nuclear de cuatro personas cada día es más oneroso y difícil, el estudio ofrecido por este organismo detalla que crecer a un niño hasta los 18 años, en una familia puede costar de entre 2.6 y 2.9 millones de pesos.
El estudio presentado por esta dependencia realizada en 2018 concreta que, en México un padre de familia, con un salario de hasta 8 mil pesos, tiene que hacer un esfuerzo mayúsculo para poder darle a un hijo el sustento necesario en alimentación y educación, sin incluir salud y otros gastos indispensables.
Los datos de este reporte establecen que las familias mexicanas se han reducido en número de hasta 3 personas, con respecto a 1960, cuando una familia se integraba por dos papas y cuatro o cinco hijos en el medio urbano y hasta 5 personas en el medio rural, donde una familia podría integrarse hasta por seis y siete hijos.
En este esfuerzo, una familia numerosa es casi imposible ante el rezago salarial que sufren los trabajadores, que no pueden cubrir sus necesidades más apremiantes con la asignación fijada por el gobierno. En este caso, según establece el estudio realizado por la dependencia, el problema se agrava porque, el monto estimado para la atención de un hijo en una familia supera el 26 por ciento mensual del salario del trabajador.

Es importante establecer que, el monto final establecido entre 2.6 y 2.9 millones de pesos no incluye gastos médicos, diversiones, actividades extra curriculares de un niño, regalos, fiestas y necesidades en eventos fuera del orden familiar.
En responsabilidad, según el estudio ofrecido por la dependencia federal, un trabajador tendría que alcanzar un sueldo promedio de 18 mil pesos para dar soporte adecuado a su familia, en su caso esposa y dos hijos para cumplir con las necesidades más apremiantes.
La evaluación ofrecida, indica también que, un niño que crece en una familia promedio (dos papas, dos hijos), hasta los 18 años, no incluye la educación universitaria. Estableciendo que, el monto por esta condición, podría superar los 3 millones 750 mil pesos por cada uno de los hijos.
En México, tener un segundo hijo, cuesta un 30 por ciento más que el gasto establecido para el primer hijo, siempre y cuando sea del mismo sexo, ya que el gasto se reduce por contar ya con ropa y materiales utilizados en el primer hijo. Sin embargo, si el segundo hijo es del sexo opuesto al primero, el monto se mantiene al estimado final para el primero.
Los informes de la evaluación establecen que, una familia formada por una pareja de recién casados alcanza un gasto establecido en 9 mil pesos mensuales. Si a esto se agrega el nacimiento de un primer hijo, los gastos únicamente por el embarazo y el nacimiento podrían aumentar hasta 12 mil 600 pesos mensuales, sin contar que un parto en una clínica pública y sus implementos (pañales, ropa, biberones, esterilizador, cuna, bañera, etec), superan los 60 mil pesos.
Los datos que arroja esta evaluación concretan que, el medio rural, el crecimiento de un niño puede costar hasta un 60 por ciento menos que la zona urbana, estableciendo las mismas condiciones.
Según establece este reporte, el monto anual crece conforme al desarrollo del niño, esto significa que el estimado final del gasto no incluye productos con el Impuesto al Valor Agregado IVA que se adquieren durante el crecimiento del menor y gradualmente hay que incluir el 3 por ciento de la inflación que impacta en promedio a México.
México, añade el estudio, es uno de los países más caros para crecer a un niño, debido al rezago salarial económico de las familias, que infieren de manera directa en las cargas y formas de vida, vivienda, transporte, alimentación, vestido, salud, educación más indispensable para una familia de cuatro personas, destaca el informe.
Los datos que inciden en este estudio enmarcan que, un padre de familia con salario de hasta 8 mil pesos debe de utilizar el 30 por ciento de su salario para el pago de la casa (crédito-renta); 10 por ciento en transporte, un 21 por ciento el alimentación (cuatro personas); 14 por ciento para gastos diarios (luz, agua, servicios); además de un 20 por ciento en aspectos necesarios de salud, ropa y seguridad) un 3 por ciento para otros aspectos, reparaciones, gastos superfluos restando un 2 por ciento para diversión.
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