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También durante abril, según las cifras de Datatur hubo alta ocupación hotelera en otros puntos de la entidad, como en Izamal, con un registro promedio de 98%; 95% en Valladolid, y 85% en Mérida y Celestún.Los visitantes al estado, en su mayoría, siguen siendo nacionales, aunque también hubo un aumento en los extranjeros, y ahora el porcentaje entre ambos turistas es de aproximadamente 72 y 28%, respectivamente, cuando antes era de 80 y 20%.“Es verdad que Airbnb gana terreno en Yucatán, no podemos cerrar los ojos ante esa situación, pero la industria hotelera yucateca también se mantiene y crece, aunque de manera más discreta, pero sostenida”.Competencia desigual
“Y no hay que perder de vista que los segmentos o nichos a los que van dirigidos la plataforma digital y los centros de hospedaje clásicos son distintos, con usuarios y necesidades diferentes”, agrega la funcionaria.En relación con los comentarios del licenciado Héctor Navarrete Medina, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles de Yucatán, de que hay una competencia desigual entre los propietarios de inmuebles regidos por Airbnb y los hoteleros, la secretaria estatal de Fomento Turístico considera que el “piso parejo” sí debe prevalecer.La licenciada Michelle Fridman, en la primera entrega de una entrevista, también responde a algunas inquietudes que planteó el economista estadounidense David Andrew Henry, vecino de Chicxulub Puerto, en una carta que se publicó en la edición de ayer, sobre si un impuesto a Airbnb ayudaría a los hoteles de Mérida.“No podemos permanecer ciegos en Yucatán ante lo que ocurre en el resto del mundo. En el caso de Airbnb, me parece que podemos aprender de lo que ocurre en países que también incorporaron a sus destinos la plataforma digital. Entiendo y comprendo que hay que trabajar para que haya ‘piso parejo’ para todos, que no es una competencia justa, pero no es nada sencillo imponer tributos o impuestos que sí pagan los hoteleros”, explica la secretaria.“Algunos de los gravámenes que se reclaman no dependen del Estado sino de la Federación, e imponer esos impuestos a una plataforma de ventas que no es propietaria de las casas que se utilizan es un tema complejo. La Federación y la secretaría a mi cargo buscamos la forma de que el piso sea parejo, pero además incorporar a Airbnb a nuestra estrategia de promoción turística, ya que también representa una oferta más para el destino de Yucatán”, refiere.Llenar vacíos
La licenciada Fridman Hirsch señala que en algunos casos los inmuebles bajo la modalidad de la plataforma mundial digital vienen a llenar vacíos en destinos donde no hay hoteles suficientes para la demanda de usuarios, como por ejemplo en Sisal, e incluso hay opciones diversas para elegir en ciudades como Izamal y Valladolid.“El turismo genera una derrama económica para Yucatán y no queremos cerrar las puertas a otras opciones que pueden aportar más recursos a la entidad. Estamos en la era digital, y al igual que hace unas décadas ocurrió con la industria discográfica, en la hotelera también hay que reinventarse o morir”, concluye la funcionaria.— (Continuará).— Carlos Fernando Cámara GutiérrezHoteles y Airbnb
La licenciada Michelle Fridman Hirsch, secretaria de Fomento Turístico, también opina: Beneficio para todos“En la Secretaría de Fomento Turístico se trabaja para que la industria hotelera clásica en Yucatán tenga un crecimiento sostenido, pero también para que las nuevas formas de alojamiento formen parte de la cadena productiva turística, con ‘piso parejo’, para beneficio de los visitantes nacionales y extranjeros que eligen este destino”, destaca la funcionaria estatal.Cohabitar
La licenciada Michelle Fridman indica que en París, Miami o San Diego, por ejemplo se demostró que pueden convivir, sin perjuicio, los hoteleros locales y la plataforma AirbnbFuente: Diario de YucatánDescubre más desde NotaTrasNota
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