
José Cortazar Navarrete– Mérida, Yuc.-Académicos, docentes y estudiantes de la Universidad Autónoma de Yucatán demandaron a funcionarios del gobierno federal, más información, objetivos claros y respuestas ante la iniciativa del proyecto del tren peninsular, que el gobierno federal pretende construir en el estado y que tendrá un circuito que incluye a Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Chiapas.
En el marco del foro: “Costos y beneficios del Tren Maya”, que se realizó este día en la Facultad de Economía de la Uady, los funcionarios Aarón Rosado Castillo, director de Incubación, Innovación y Desarrollo Empresarial de la Universidad Tecnológica de México (UTM) y Eduardo Reyes Bravo, asesor del proyecto federal presentaron la iniciativa del gobierno federal para impulsar este proyecto.
Por su parte, los docentes: Minette Medina García, Ricardo López Santillán, Luis Alfonso Ramírez Carrillo, Raúl Rosado Castillo y Aurelio Sánchez Suárez, académicos de diferentes especialidades presentaron sus observaciones, dudas y aspectos no establecidos en la propuesta de esta idea que cabildea el gobierno, como propuesta socioeconómica de desarrollo para los cinco estados de la región.
Además, una docena de estudiantes de las licenciaturas de Turismo, Economía y Arquitectura, presentaron dudas y criterios encontrados sobre la viabilidad de este proyecto que, a decir de los funcionarios que lo presentaron, apenas y se está gestando una propuesta ejecutiva.
De esta forma, el foro sobre el costo-beneficio de la construcción del tren peninsular quedó en más dudas que respuestas debido a la falta de claridad y respuestas de los funcionarios responsables de socializar el proyecto.
En sus exposiciones, la investigadora Minette Medina García, CIR-UADY, de la Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc, señaló que el impacto de este proyecto debe de ser analizado desde la condición del impacto medio ambiental que podrá causar, ya no solo al ser humano, sino a las especies de flora y fauna de nuestro estado, especies silvestres, aves y agroindustriales y apícolas.
Por su parte, el sociólogo Luis Alfonso Ramírez Carrillo, CIR-UADY recalcó que el proyecto es inviable, anti ecológico y que su costo beneficio será nulo para las comunidades mayas del estado. Recalcó que, el gobierno insiste en establecer que el ferrocarril es la solución a una serie de problemas que aun no se resuelven en estado y que este proyecto está condenado al fracaso.
Recalcó que, establecer que, incluir una infraestructura ferroviaria sobre la Reserva de la Biosfera de Calakmul impactará de manera negativa con la apuesta de llevar a 3 millones de turistas a una reserva donde no hay agua y las comunidades rurales aun no resulven sus necesidades económicas más apremiantes.
Por su parte, Ricardo López Santillán, investigador de la Universidad Autónoma de México, enfatizó que el proyecto tiene más dudas que respuestas y que el gobierno federal debe generar una mejor estrategia de comunicación para establecer un cabildeo con todas las fuerzas y organismos de la sociedad civil para generar una empatia hacia esta iniciativa.
Destacó que a un año del anuncio del proyecto, hay más dudas que respuestas de los políticos que están apostando por este proyecto. Dijo también que este proyecto dañará la reserva de la biosfera de Calakmul y no tendrá los beneficios que aseguran sus promotores.
Desde su punto de vista, el investigador Aurelio Sánchez Suárez, CIR-UADY, recalcó que una vez más se utiliza a los mayas para generar propuestas y se usa al maya vivo para negocios y alternativas económicas y que los pueblos originarios mayas siguen en el abandono, la pobreza y la desesperanza.
Recalcó que el proyecto del tren traerá más problemas a los numerosos conflictos por la especulación de tierras y los mecanismos de despojo y abusos contra las comunidades mayas de Yucatán que se han prolongado por décadas por las necesidades y usos políticos del territorio de los pueblos mayas de la península de Yucatán.
Sánchez Suárez, aseveró que, una vez más el gobierno pretende usar a las poblaciones mayas con fines políticos y dejando a un lado sus condiciones y posibilidades de responsabilidad sobre sus tierras y el uso que desean darle ante las propuestas de modernización y ordenamiento territorial.
En su caso, la numerosa participación de estudiantes de las carreras de Turismo, Economía y Arquitectura, marcó una posición desfavorable a la iniciativa de la realización de este proyecto, estableciendo dudas, requerimientos de información y oportunidades de mayos discusión sobre el desarrollo de este proyecto que el gobierno federal desea imponer a voluntad y modo.
De la misma forma, docentes, académicos y especialistas de la Uady, el Cinvestav-Unidad Mérida y del Tecnológico de Mérida, reclamaron la nula oportunidad de intervenir y aportar ideas y aspectos vitales a los estudios que se realizan para este proyecto.
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