José Cortazar Navarrete- Mérida, Yuc. 1 de abril- No todas las empresas cumplieron con el llamado gubernamental de “bajar cortinas” y sumarse a la fase II de contención del COVID 19. Empleados de diferentes empresas denunciaron en redes sociales, la exigencia de patrones de acudir al trabajo so pretexto de despido o perder las condiciones de seguridad laboral.
En la zona poniente de la ciudad, Casas de Empeño, tiendas con venta de artículos eléctricos, distribuidores de pintura, comercios de fotocopiado, clubes sociales religiosos, empresas de construcción y venta de plomería, tiendas de reparación de celulares y equipos de comunicación, arrendatarios de equipos y maquinaria, comercializadoras de ropa de hotelería, hicieron caso omiso de la exigencia y la declaración de emergencia sanitaria que publicó el gobierno federal y las medidas impuestas por el gobierno de Yucatán.
Las empresas en su gran mayoría, medianas, pequeñas y micro empresas cumplieron con ventas a media cortina, estableciendo la condición preventiva a la presencia de la autoridad que no supervisó estas tareas.
Decenas de trabajadores difundieron por redes sociales reclamos por el actuar de los patrones y la vulnerabilidad al contagio del virus que se esparce principalmente en Mérida, donde se encuentran ubicados gran parte de los casos positivos que registra la autoridad sanitaria.
En lo específico, ni la población en general tomó como propios los llamados a mantenerse en sus casas y decenas de personas viajaron en sus vehículos con dos o más pasajeros, sin que la dependencia estatal de Seguridad Pública tome cartas en el asunto y sancione a las personas que están cometiendo esta clase de ilícitos, que pone en riesgo la seguridad de las personas.
En el recorrido por la zona poniente de la ciudad, se corroboró que muchas empresas se sumaron, cumplieron y bajaron sus cortinas en prevención y seguridad de sus trabajadores y clientes, no así muchas tantas que, mantuvieron a su personal en responsabilidades laborales y a sus clientes que acudieron a realizar compras diversas a esos establecimientos.
Sobre este tema, el presidente de la Cámara de Comercio de Mérida, (Canaco-Mérida) Michel Salum Francis, señaló que, las Cámaras no son tienen la facultad de sancionar a estas empresas; sin embargo, recalcó, es doloroso ver la ignorancia y el abuso de algunas empresas y comercios que no se apegan a las condiciones y exigencias que está marcando el gobierno.
Salum Francis destacó que, las empresas omisas e irresponsables tendrán que valorar ahora el daño que pueden ocasionar si un empleado o un cliente contamina a más personas. No vale la pena el dinero si no tienes salud, recalcó, por ello, hacemos un llamado a los empresarios y comerciantes a entender y acatar las exigencias establecidas, tanto por el gobierno federal, cómo por el estatal.
Si no somos capaces de contener esta pandemia con medidas drásticas y difíciles, el problema podría ser mucho mayor y esto derivar en un cierre mucho más prolongado y el daño económico para otras empresas que si están cumpliendo y se hacen responsable de sus colaborares, equipos y capital humano, subrayó.
Se entiende que hay gente que la va a pasar mal, pero es preferible que una micro empresa cierre un mes, a que cierre definitivamente. Porqué, además, manifestó, no hay ventas, hay muy poca gente en la calle y la gente no está comprando nada, entonces no tiene caso abrir por muy pocas ventas, argumentó.
Dijo que esta mañana la Canaco tuvo conocimiento de una empresa del centro histórico que abrió y las autoridades estatales le exigieron el cierre y mandar a sus trabajadores a sus casas, eso tendrá que hacerse, si comerciantes y empresarios de los diferentes giros económicos no necesarios insisten en abrir y trabajar y exponen a su personal, a sus familias y a sus propios clientes, comentó.
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