Mérida, Yuc 8 de julio- El director y propietario del Diario de Yucatán, Carlos Rubén Menéndez Navarrete falleció en esta ciudad a la edad de 88 años. Periodista, editor, reportero y empresario, Carlos R. Menéndez estuvo al frente de la empresa por espacio de 23 años, hasta entregar la estafeta a su hijo Carlos en 2009.
Considerado uno de los periodistas más importantes de México, su trabajo, compromiso y responsabilidad al frente de su medio informativo marcó una fórmula determinante en la vida democrática, social, económica, política y religiosa de Yucatán.
Personaje de carácter recto, educado y capaz, Carlos R. Menéndez vivió para el periodismo, actividad heredada por tres generaciones, lo que le permitió responder a virtudes y compromisos e ideales que se mantienen inalterables en la cada editorial que fundó su abuelo en 1925.
Nacido en Mérida el 28 de diciembre de 1931, primer mayor de don Carlos R. Menéndez González, fundador de Diario de Yucatán y su primer director (1925-1961), Carlos Rubén Menéndez Navarrete era también el hijo mayor de don Abel Menéndez Romero, segundo director del periódico (1961-1986).
Educado en escuelas jesuitas de La Habana, Cuba, y Kingston, Canadá, ingresa en el Diario en 1952 como corrector de pruebas en la sala de Redacción.
En los 15 años siguientes recorre todos los oficios relacionados con la publicación de un periódico: trabaja como linotipista y formador de páginas en los talleres; reportero de fuentes diversas; cronista deportivo, cultural y social; primer encargado de la recepción de radiofotos de la United Press International y corresponsal de esta agencia de noticias; traductor de los servicios en inglés, jefe de la sección Nacional e Internacional, redactor encargado del cierre de la edición, editorialista y, a partir de 1961, jefe de redacción.
Sus primeros artículos, en las columnas uno y dos de la página editorial, con el título de “Mapamundi”, son firmados con el seudónimo de “ABC”. Simultáneamente, en las columnas siete y ocho de la misma página, su abuelo publica su columna “Hojeando periódicos”, con el seudónimo de “XYZ”.
El “Diario” y la democracia
En 1967 asume la subdirección general en tiempos de prueba para Diario de Yucatán. La campaña del periódico contra un fraude cuantioso al pueblo, en obras públicas con financiamiento internacional, y su relato independiente de la campaña electoral derivan en atentados; en un bloqueo económico y noticioso impuesto por los gobiernos federal, estatal y municipal, y en amenazas de represalias a los anunciantes. El resultado cívico fue importante: el partido oficial pierde los comicios y la oposición política gana la presidencia municipal de Mérida por primera vez desde el estallido de la revolución mexicana en 1910.
El acoso gubernamental se acentúa con quemas públicas de ejemplares del periódico y otros actos de agresión en 1969 durante la campaña política por la gubernatura, que concluye en uno de los mayores fraudes en la historia de México, en medio de un clima de indignación popular que saca al Ejército a las calles para asumir la vigilancia de la ciudad y reprimir las protestas.
La defensa de las libertades públicas en su conjunto ocasionan nuevos enfrentamientos del Diario con los gobiernos federal y estatal, con su partido también, en las décadas de los años 70 y 80. Don Carlos ya era director general del periódico desde febrero de 1986.
En las décadas de los años 90 y principios de los 2000, la crítica documentada y la vigilancia a las autoridades federales y estatales de los tres poderes, siempre en defensa de la verdad, la democracia y la libertad de expresión, someten al Diario a la presión de atentados, injurias, boicot, amenazas de cárcel y demandas judiciales entre otros actos de una intimidación, tanto al periódico como a los ciudadanos, que no consigue impedir en 2001 la primera victoria de un candidato de la oposición a la gubernatura de Yucatán en más de un siglo.
Consejero… y periodista
Hasta finales de 2012, como accionista y consejero de Grupo Megamedia, don Carlos continúa el trabajo personal de reportero y cronista deportivo, cultural y social, en las páginas de opinión, en artículos, columnas o editoriales.
El periódico no se ocupaba de su vida privada o social. En sus 23 años como director general, su fotografía se publicó una sola vez en Diario de Yucatán: en un segundo plano de las bodas de oro religiosas de su hermana Ana María con las Hijas del Espíritu Santo.
El deseo honrado de decir la verdad cueste lo que pueda costar, validado por la rectificación inmediata en caso de error, fue el Norte de su carrera de periodista. (texto y fotografías Diario de Yucatán/ edición de JCN)