Llama a la población a responder los llamados de alerta o evacuación y seguir fomentando una cultura de protección civil.

MĆ©rida, Yuc, 22 de sept. – Al recordar el 20 aniversario de Isidoro, el huracĆ”n que mĆ”s afectó a YucatĆ”n en este siglo y los Ćŗltimos 34 aƱos, el titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy), Enrique Alcocer Basto, advirtió que los ciclones tropicales son ahora, mĆ”s que sucesos extraordinarios, riesgos latentes.
Las consecuencias de Gilberto, en 1988, y el referido, en 2002, hicieron necesario fortalecer el Sistema Estatal de Protección Civil, que preside el Gobernador Mauricio Vila Dosal, y sobre todo, consolidar la cultura de prevención y actuar con responsabilidad, para reducir los efectos, en lo posible.
āIsidoro nos demostró que no hay receta de cocina para atender huracanes, ya que cada uno de ellos tiene su propio comportamiento y caracterĆsticas, de vientos, caudal de agua y trayectoria; de ahĆ, la importancia de tenerles respetoā, expresó el funcionario.
Asimismo, expuso que es necesario mantener la guardia en alto y evitar minimizar los efectos de estos fenómenos y, con base en datos del Sistema Estatal de Monitoreo y Alertamiento (SEMA), septiembre y octubre son los meses de mayor recurrencia.
De acuerdo con los registros, en los Ćŗltimos 67 septiembres, se ha formado un total de 937 ciclones, en la cuenca del AtlĆ”ntico, 69 de los cuales tuvieron trayectoria dentro de un radio de 100 kilómetros (Km), a partir del lĆmite estatal, y entre estos, 28 llegaron directamente al territorio, recordó.
Conforme a datos estadĆsticos, TizimĆn y Tekax son los municipios de mayor incidencia de afectación por huracanes; por su fuerza, intensidad y efectos, destacan, todos de septiembre, Hilda, del 16 al 17, en 1955; Beulah, el 17, 1967; Gilberto, 14, en 1988, e Isidoro, del 22 al 24, 2002.
Este último, dijo el servidor público, implicó trasladar 68 mil personas a sitios mÔs seguros, el operativo de movilización poblacional mÔs grande en la historia de la entidad, de las cuales 34 mil 400 fueron puestas bajo resguardo y 33 mil 900, remitidas hacia otros inmuebles.
Tras aquella experiencia, cuando no se elaboró un modelo previo de trayectoria, se hizo evidente la necesidad de contar con pronósticos certeros, que pudieron haber evitado las pĆ©rdidas económicas; asĆ, se superó la idea popular de que, a YucatĆ”n, sólo āle tocaba la colita o algunas lluviasā, agregó.
Fue un parteaguas en la historia de los ciclones en el estado y, como resultado, ahora, se tiene un sistema de alertamiento, semÔforo claro y comunicación directa, con las unidades desconcentradas y las municipales de protección civil, que se ha creado y consolidado durante estos 20 años.
Subrayó Alcocer Basto que, para el Instituto Nacional de EstadĆstica y GeografĆa (Inegi), esta es la quinta entidad del paĆs con mĆ”s elementos del ramo por cada 100 mil habitantes; el Plan de Huracanes de Gobierno solĆa determinar lo que cada dependencia harĆa y, hoy, cada instancia tiene su protocolo.
āLa alerta roja es tomada con seriedad entre la población yucateca; antes, este aviso no era tomado en cuenta con seriedad, pero ahora, hay mayor conciencia de los peligros y riesgos que representan dichos ciclonesā, externó.
Mencionó que, en la historia local reciente, han incidido otros huracanes, como Ćpalo y Roxana, 1995; Emily y Wilma, 2005, y Amanda, Cristóbal, Delta, Gama y Zeta, 2020, fue Isidoro el que dejó pĆ©rdidas mĆ”s cuantiosas, incluso contando las inundaciones en zonas urbanas y agrĆcolas, de hace dos aƱos.
Reiteró el coordinador que, actualmente, igual operan los Centros de Gestión Integral de Riesgos, que aceleran y elaboran modelos de pronósticos, y estrechan la vinculación entre autoridades de las demarcaciones mÔs vulnerables a sucesos hidrometeorológicos, como los de la costa y el sur.
Igual, se dispone del Programa Especial de Ciclones Tropicales, que establece procedimientos claros a seguir, y se ha consolidado la coordinación interinstitucional con el EjĆ©rcito, el Plan DN-III-E, la SecretarĆa de Marina, la Comisión Federal de Electricidad y otras instancias, para atender las zonas siniestradas.
āAntes, la gente no creĆa y no habĆa credibilidad en los reportes de alerta; ahora, la situación es diferente, ya que existe credibilidad, porque hay certeza en los modelos de pronósticosā; sin embargo, aĆŗn existen varios retos en la materia, puntualizó Alcocer Basto.
Uno prioritario es seguir trabajando con las comunidades ribereƱas y las que viven en Ć”reas de riesgo, pues hay personas que todavĆa no creen en los peligros que implican las tormentas y los ciclones, y se resisten a las evacuaciones o desalojos necesarios.
Finalmente, recomendó que las familias preparen un plan de acción, en caso de contingencia; acuerden dónde se reunirÔn y cuÔles bienes resguardarÔn, y se mantengan atentas mediante canales oficiales, como los perfiles en redes sociales de Procivy.
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