
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 13 de nov.- Con el inicio de las pruebas operativas para la ampliación del gasoducto Mayakán, Yucatán se prepara para un nuevo impulso en su desarrollo industrial y energético, que permitirá mayor competitividad al sector industrial y precios más accesibles en las tarifas de energía.
Alejandro Gómory Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), destacó la relevancia de este proyecto liderado por Engie México, que permitirá incrementar la capacidad de transporte de gas natural en la región y abrirá oportunidades tanto para la industria como para los hogares yucatecos.
Actualmente, dijo, el gasoducto ha alcanzado una capacidad de 250 millones de pies cúbicos diarios, y se proyecta que, con la ampliación en los próximos años supere los 500 millones.
Este incremento responde a la demanda energética de la industria local, que durante años enfrentó altos costos operativos debido a la falta de gas natural en la región. Con esta ampliación, muchas empresas podrán acceder a una energía más económica y sostenible, lo que les permitirá ser más competitivas y expandir sus operaciones, además de que es un producto que produce menos contaminación ambiental.
Gómory Martínez resaltó que el impacto de este proyecto no se limitará a las empresas, sino que también beneficiará a los hogares, en algunos casos, hay sectore de Mérida que ya reciben este servicio que se irá ampliando en la medida del crecimiento de la demanda urbana.
Se espera que, la mayor disponibilidad de gas natural contribuya a reducir las tarifas eléctricas, un cambio que la población ha esperado por mucho tiempo. La ampliación del gasoducto Mayakan podría marcar el inicio de un periodo de tarifas más accesibles para las familias yucatecas, mejorando su calidad de vida, comentó.
Además del beneficio económico, la ampliación del gasoducto representa un avance hacia la sostenibilidad, dijo.
El gas natural es una fuente de energía más limpia y eficiente, por lo que su uso permitirá a Yucatán disminuir su dependencia de alternativas contaminantes. En este sentido, Gómory señaló que el proyecto “es un paso hacia un futuro más limpio y sostenible para nuestro estado”.
Con esta infraestructura energética en expansión, Yucatán se posiciona como un destino atractivo para futuras inversiones, lo que fortalecerá su economía y generará nuevos empleos.
La expectativa es que la modernización energética impulse la competitividad de la región y beneficie tanto al sector industrial como a la población en general.