El Anuario Estadístico de Cuba 2023 confirma que en Cuba hay una «señora crisis» de seguridad alimentaria, según palabras del economista Pedro Monreal

La Habana (Ciber Cuba).- La producción agropecuaria en Cuba ha experimentado un desplome alarmante en 2023 en comparación con el año anterior, según los datos recién publicados en el Anuario Estadístico de Cuba 2023, lo que confirma la creciente crisis de seguridad alimentaria que enfrenta el país.
Los indicadores oficiales reflejan caídas significativas en la producción de alimentos esenciales como la carne de cerdo, arroz, viandas, huevos, leche de vaca, frijoles y hortalizas, tal y como recogió en un tuit el economista Pedro Monreal.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, la producción de carne de cerdo, una de las fuentes de proteínas más importantes en la dieta cubana, registró una caída del 93,2% en 2023 respecto a 2022, reflejando el colapso del sector porcino en el país.

Este desplome se atribuye a la falta de insumos, el deterioro del sistema productivo estatal y las dificultades para acceder a alimentos balanceados para el ganado.
El sector arrocero, otro pilar de la dieta en la isla, experimentó una reducción del 59,1%, mientras que la producción de viandas y huevos descendió en 44% y 43%, respectivamente.
En el caso de la leche de vaca, se registró una contracción del 37,6%, lo que impacta negativamente en la disponibilidad de productos lácteos, fundamentales para la alimentación infantil y la nutrición de la población más vulnerable.
Al analizar estos datos, Monreal expresó que esta situación confirma una «señora crisis» de seguridad alimentaria en Cuba. En ese sentido, destacó que los datos de 2024 aún no se han publicado, pero que informes preliminares indican un empeoramiento aún mayor de la situación, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la alimentación en la isla.
El sector agrícola cubano ha enfrentado múltiples desafíos en los últimos años, como el envejecimiento de la maquinaria, la falta de fertilizantes e insumos, así como las restricciones impuestas a los pequeños productores privados. A esto se suma la inflación galopante y las dificultades logísticas derivadas de la crisis económica que atraviesa el país.

Los datos del Anuario Estadístico 2023 muestran que los frijoles y las hortalizas también sufrieron caídas del 29,5% del 22,7% respectivamente, afectando la variedad y disponibilidad de alimentos frescos en los mercados, lo que obliga a la población a recurrir a opciones importadas más costosas, o a productos de baja calidad nutricional.
Esta crisis alimentaria se ha visto reflejada en el aumento de la escasez de productos básicos en los mercados estatales y en el encarecimiento de los alimentos disponibles en el sector privado, donde los precios han alcanzado cifras impagables para una gran parte de la población cubana. Los cubanos enfrentan diariamente largas filas y la incertidumbre de no encontrar los productos esenciales para su alimentación.
Expertos en la materia advierten que la producción nacional es insuficiente para cubrir la demanda interna, lo que obliga al país a depender de las importaciones, en un contexto donde la falta de divisas y las restricciones internacionales complican aún más la situación.

A pesar de los intentos gubernamentales por impulsar la producción agropecuaria mediante nuevas políticas y reestructuraciones del sector, los resultados han sido insuficientes para revertir la tendencia descendente.
Mientras tanto, los cubanos continúan lidiando con una crisis alimentaria que impacta directamente en su calidad de vida y seguridad nutricional.
La publicación de estos datos oficiales no hace más que confirmar lo que los ciudadanos viven en su día a día: una escasez crónica de alimentos y una falta de soluciones efectivas que puedan aliviar la situación a corto plazo.
Propuestas y conclusiones sobre la crisis alimentaria en Cuba
En julio de 2022, el régimen cubano promulgó la Ley de Soberanía Alimentariacon el objetivo de garantizar una alimentación segura y nutricional para toda la población.
Esta legislación buscaba regular la organización de sistemas alimentarios locales sostenibles, promoviendo la producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos dentro del país.
Sin embargo, críticos señalan que, aunque la ley establece un marco jurídico, no aborda de manera efectiva la dependencia de importaciones ni ofrece soluciones concretas para incrementar la producción nacional.
A continuación, se destacan algunas de los análisis y propuestas más relevantes de expertos y autoridades:
1. Propuesta de privatización de la agricultura: El economista Pedro Monreal ha sugerido la necesidad de privatizar la agricultura cubana como medida para superar la crisis de rendimientos en el sector.
Monreal argumenta que es esencial desarrollar una agricultura privada moderna, lo que implicaría transformaciones institucionales en términos de propiedad y mercado, además de una significativa inversión.
Esta propuesta busca incentivar la eficiencia y productividad agrícola mediante la participación del sector privado.
2. Críticas a las medidas gubernamentales: Analistas como Elías Amor han cuestionado la efectividad de las medidas implementadas por el gobierno para mejorar la producción de alimentos.
En respuesta a programas oficiales, se ha señalado que iniciativas como las «63 medidas» no han logrado aumentar la productividad y eficiencia del sector agropecuario, y se ha enfatizado en la necesidad de realizar cambios profundos en la estructura de los derechos de propiedad para fomentar un entorno más propicio para la producción agrícola.
3. Limitaciones de las políticas estatales: En análisis previos, se ha destacado que la soberanía alimentaria no se consigue únicamente mediante decretos o leyes.
En ese sentido, se ha argumentado que es fundamental crear un marco jurídico que otorgue a los productores autonomía y libertad para decidir sobre su producción, reduciendo la intervención estatal y permitiendo que las leyes de oferta y demanda del mercado desempeñen un papel más significativo.
Preguntas frecuentes sobre la crisis alimentaria en Cuba
¿Cuál es la magnitud de la crisis alimentaria en Cuba según los datos del Anuario Estadístico de 2023?
La crisis alimentaria en Cuba es severa, con una caída significativa en la producción de alimentos esenciales como carne de cerdo, arroz, viandas, huevos, leche de vaca, frijoles y hortalizas. En particular, la producción de carne de cerdo cayó un 93,2% en 2023 en comparación con 2022, lo que refleja el colapso del sector porcino en el país.
¿Cuáles son las causas del desplome en la producción agropecuaria en Cuba?
El desplome en la producción agropecuaria cubana se debe a la falta de insumos, el deterioro del sistema productivo estatal y las dificultades para acceder a alimentos balanceados para el ganado. Además, el envejecimiento de la maquinaria, la falta de fertilizantes e insumos, y las restricciones a los pequeños productores privados han agravado la situación.
¿Cómo afecta la crisis alimentaria a la población cubana?
La crisis alimentaria ha llevado a un aumento de la escasez de productos básicos en los mercados estatales y al encarecimiento de los alimentos disponibles en el sector privado, cuyos precios son impagables para gran parte de la población cubana. Esto ha obligado a los ciudadanos a enfrentar largas filas y la incertidumbre diaria de no encontrar productos esenciales para su alimentación.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano para enfrentar la crisis alimentaria?
El gobierno cubano promulgó la Ley de Soberanía Alimentaria en 2022 para garantizar una alimentación segura y promover la producción local. Sin embargo, los críticos señalan que la ley no aborda efectivamente la dependencia de importaciones ni ofrece soluciones concretas para incrementar la producción nacional. A pesar de las políticas y reestructuraciones, los resultados han sido insuficientes para revertir la tendencia descendente en la producción agropecuaria.
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