
Representantes de un grupo multipartidista de alcaldes y otros funcionarios locales que representan a ciudades y municipios de los tres países buscan promover el valor del “comercio justo” para sus comunidades y advertir sobre los “altos costos” que los aranceles imponen a las familias, las empresas y las comunidades locales.

Un grupo de alcaldes y funcionarios locales de Estados Unidos, México y Canadá instaron a respetar el tratado comercial entre los tres países (T-MEC) en el contexto de los nuevos aranceles ordenados por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Su pronunciamiento se hizo en una declaración conjunta en apoyo al comercio norteamericano al concluir una cumbre trilateral en Washington D.C.
Representantes de un grupo multipartidista de alcaldes y otros funcionarios locales que representan a ciudades y municipios de los tres países se unen para promover el valor del “comercio justo” para sus comunidades y advertir sobre los “altos costos” que los aranceles imponen a las familias, las empresas y las comunidades locales.
“Como alcaldes de Canadá, México y Estados Unidos, instamos a los líderes nacionales a respetar los acuerdos comerciales vigentes entre nuestras tres naciones”, manifestaron.
De acuerdo con ellos, durante casi 30 años, el comercio en América del Norte ha aportado un “inmenso valor” a todas las comunidades de la región, creando empleos y reduciendo el costo de vida de las familias.
“Nuestras naciones no tienen mejores socios comerciales, y cuando comerciamos con reglas justas, como en el marco del Tratado Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), los tres nos beneficiamos”, dijeron.
En 2022, con el firme apoyo de los alcaldes de las tres naciones, los países signatarios del T-MEC generaron aproximadamente 17 millones de empleos, lo que representa un aumento de 32% en comparación con 2020.
“El aumento de aranceles solo aumenta los costos para las empresas, los trabajadores y los consumidores en toda América del Norte. Los aranceles son impuestos que aumentan el costo de la vida, vacían las cuentas bancarias, ponen en riesgo las cadenas de suministro y los empleos, y perturban las actividades comerciales locales que impulsan las economías de las tres naciones. Nuestras comunidades serán las primeras en sentir el impacto”, agregaron.
Desde su perspectiva, las ciudades y países de América del Norte necesitan políticas que fomenten la inversión y faciliten la circulación transfronteriza eficiente de bienes y servicios para sostener la prosperidad económica y la creación de empleo.
“Instamos a los líderes nacionales a priorizar a nuestras comunidades, poner fin a la guerra comercial y fortalecer nuestros países mediante un comercio libre y justo. Nuestras familias, empresas y trabajadores dependen de ello”, concluyeron.