
El Telescopio Espacial James Webb descarta el impacto terrestre del asteroide 2024 YR4, pero mantiene viva la posibilidad de un choque lunar histórico que podría marcar un antes y un después en la ciencia planetaria.

El asteroide 2024 YR4, inicialmente temido como una amenaza para la Tierra en diciembre de 2032, ya no representa un peligro para nuestro planeta, según el telescopio espacial James Webb (JWST). Sin embargo, la Luna podría ser el blanco de su impacto, con una probabilidad cercana al 2%.
Descubierto a finales de 2024, el asteroide, de unos 60 metros de diámetro, fue clasificado como “potencialmente peligroso” debido a su trayectoria cercana a la de la Tierra. Aunque las primeras proyecciones de colisión con la Tierra eran altas, nuevas observaciones han descartado esta posibilidad. Ahora, los astrónomos de la Agencia Espacial Europea (ESA) se centran en un posible impacto lunar, que ofrecería una oportunidad única para estudiar la formación de un cráter en tiempo real.
La ventaja del JWST radica en su capacidad para observar el asteroide en infrarrojo, lo que permite obtener datos más precisos sobre su tamaño y composición. La información obtenida en marzo de 2025 sugiere que 2024 YR4 es más grande de lo que se pensaba y tiene una superficie rocosa.
Un impacto lunar, aunque sin consecuencias para la Tierra, brindaría a los científicos una oportunidad sin precedentes para observar la creación de un cráter lunar con la máxima precisión. La próxima observación del JWST está programada para mayo de 2025, lo que permitirá trazar con mayor exactitud su órbita.