
El queso nocturno: ¿culpable de tus peores pesadillas?

Científicos vinculan lácteos y dulces con sueños perturbadores
Un estudio canadiense liderado por el neurocientífico Tore Nielsen revela que ciertos alimentos, especialmente lácteos y postres, podrían aumentar la frecuencia de pesadillas. La investigación, basada en encuestas a más de mil estudiantes, sugiere que intolerancias y malestares digestivos alteran la calidad del sueño, influyendo en los sueños.
Lácteos y azúcares: los principales sospechosos
El 31% de los participantes atribuyó sus pesadillas a los dulces, mientras que el 22% culpó al queso y otros lácteos. Nielsen explica que las molestias estomacales, comunes en personas con intolerancias, pueden intensificar los sueños negativos. Además, quienes cenan comida chatarra reportaron sueños más perturbadores y menor memoria onírica.
- Salud mental: Las pesadillas recurrentes interrumpen el descanso, generando fatiga y ansiedad.
- Hábitos alimenticios: Una dieta equilibrada y horarios de comida adecuados podrían mejorar la calidad del sueño.
- Futuras investigaciones: El estudio abre la puerta a análisis más amplios sobre la relación entre alimentación y sueños.
Próximos pasos: pruebas controladas
El equipo planea comparar los sueños de personas que consumen queso antes de dormir con quienes no lo hacen. Los resultados podrían confirmar —o refutar— esta curiosa conexión entre la cena y los sueños.