
China desvía antimonio a EE.UU. a través de Tailandia y México tras prohibición
El metal crítico fluye por rutas alternas pese a restricciones chinas.

El comercio de antimonio se reconfigura
Desde diciembre de 2024, Estados Unidos ha recibido cantidades récord de antimonio —esencial para baterías y semiconductores— desde Tailandia y México, según datos aduaneros. China, principal productor global, prohibió las exportaciones directas a EE.UU. en respuesta a sanciones estadounidenses contra su industria de chips. Sin embargo, registros revelan que empresas chinas redirigen el metal a través de terceros países, eludiendo las restricciones. Tailandia y México, sin producción significativa propia, se convirtieron en los mayores exportadores de antimonio chino este año. La maniobra refleja la tensión geopolítica por el control de minerales estratégicos.
Postura y argumentos del actor principal
China acusa a empresas de burlar sus propias restricciones
El Ministerio de Comercio chino admitió en mayo que «entidades extranjeras» coluden con infractores locales para evadir las prohibiciones, calificándolo como una amenaza a la seguridad nacional. Aunque Pekín no identificó a los responsables, datos de aduanas muestran que Tailandia y México —con solo una fundición cada uno— exportaron a EE.UU. 3,834 toneladas de óxidos de antimonio entre diciembre y abril, superando el total de los tres años anteriores. Expertos como Ram Ben Tzion, de Publican, destacan un «patrón consistente» de transbordo, donde empresas chinas reetiquetan cargamentos como otros metales para ocultar su origen.
- Riesgo para la seguridad tecnológica: El antimonio es vital para semiconductores y tecnología militar, áreas donde EE.UU. busca reducir dependencia de China.
- Alza de precios: Las importaciones estadounidenses podrían igualar niveles previos a la prohibición, pero a costos más altos debido a la logística encubierta.
- Fragilidad regulatoria: La falta de prohibición explícita en EE.UU. para comprar estos minerales de origen chino facilita el comercio indirecto, pero expone a empresas a sanciones futuras.
Las autoridades chinas y estadounidenses no han respondido a solicitudes de comentarios, mientras empresas como Gallant Metals admiten recibir galio chino mediante envíos fraccionados y reetiquetados. Aunque el flujo continúa, los altos costos y riesgos legales podrían limitar su escalabilidad. Analistas anticipan mayor escrutinio en puertos asiáticos y posibles ajustes en las licencias de exportación china para cerrar brechas.