
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 12 de julio.- El monopolio federal Petroléos Mexicanos (Pemex) adeuda unos 2 billones de pesos a cientos de empresas, negocios y comercios de la cadena de suministros y servicios que demanda la paraestatal. Según fuentes federales el deudor concentra su impago en mayor volumen con acreedores en al menos 4 estados: Veracruz, Tamaulipas, Tabasco y Campeche.
Sobre este tema, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) dio a conocer la situación por la que atraviesan estas empresas y negocios que están demandando el pago de servicios de Pemex, afectando las condiciones económicas y sociales de las subsidiarias.
Coparmex manifestó su inquietud por el creciente adeudo de Pemex con sus empresas proveedoras, que en su mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas que hoy enfrentan una severa crisis financiera derivada del incumplimiento en los pagos por parte de la empresa improductiva del gobierno
La central empresarial señaló que, aunque al 31 de marzo de este año se reportó una disminución del 20 por ciento en la deuda de proveedores, ubicándose en 404 mil millones de pesos, el monto sigue siendo de proporciones insostenibles. Asimismo, pese a que reconocemos que este año Pemex ha pagado 147 mil millones de pesos, el impacto económico para las empresas demandantes es crítica debido a la capacidad de flujo de liquidez de estas Mipymes.
Coparmex señalño que, mientras no se cubra la totalidad del adeudo, miles de empresas seguirán en riesgo de detener operaciones, despedir personal o incluso cerrar definitivamente. Según los registros, los pasivos acumulados que hoy asfixian a cientos de empresas obedecen a malas prácticas, sobrecostos y contratos poco transparentes heredados de gestiones anteriores.
La empresa acumula una deuda financiera total superior a los 2 billones de pesos, que incluso creció 3.8 por ciento al cierre de 2024. En este sentido, es importante señalar que existen mecanismos legales mediante los cuales Pemex y el Gobierno Federal pueden cancelar o renegociar contratos heredados que resulten excesivos o desventajosos, como ya se ha hecho en sexenios anteriores.
Más allá del origen, el impacto de no atender con urgencia estos adeudos, está comprometiendo la viabilidad de miles de negocios y los estados donde se ubican estas empresas subsidiarias también reciben esta afectación al perder capacidad económica.
Cada factura pendiente representa el sustento de familias que dependen de empresas proveedoras en riesgo de cerrar. Muchas ya han tenido que reducir personal, cancelar operaciones o detener proyectos, sostiene Coparmex. En los casos más extremos, empresarios han perdido su patrimonio personal por no poder enfrentar compromisos fiscales, laborales o financieros derivados del incumplimiento de pagos por parte de Pemex.
La afectación se concentra especialmente en zonas clave para el desarrollo energético del país en ciudades como: Ciudad del Carmen, Tapachula, Hidalgo, Irapuato, Tamaulipas, Oaxaca, Reynosa, Tabasco, Tampico y Veracruz, donde cientos de proveedores ven amenazado su futuro y el de sus comunidades. Todo ello ocurre mientras los ingresos por ventas y servicios de Pemex se redujeron 2.5 por ciento interanual, ubicándose en 395.6 millones de pesos, y su producción de crudo cayó 11.3 por ciento.
Ante este panorama, es indispensable que se consideren esquemas de reestructuración interna que mejoren la eficiencia operativa y financiera de Pemex, a fin de convertirla en una empresa verdaderamente productiva y sostenible en el tiempo, puntualizó el organismo empresarial