
Se advierte de un control mal diseñado, como el que rigió entre 1942 y el 2001, que puede generar efectos que ya se vivieron en la capital

El gobierno capitalino impulsa el Bando 1 para contener el alza de rentas, pero expertos de Banamex advierten sobre posibles efectos negativos similares a los del congelamiento de 1942–2001. El análisis económico del banco señala que, aunque la medida busca justicia social, un diseño deficiente podría generar distorsiones en el mercado inmobiliario. La experiencia pasada dejó deterioro urbano, desinversión y reducción de la oferta de vivienda. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, defiende un enfoque participativo, pero el debate sigue abierto.
Banamex alerta sobre riesgos económicos y urbanos
El área de análisis económico de Banamex advierte que el Bando 1, aunque no congela rentas, podría replicar problemas históricos si no se implementa con precisión. Entre 1942 y 2001, el congelamiento de rentas en la CDMX generó inmuebles abandonados, caída del 20% en la oferta de arrendamiento y zonas urbanas vacías. Según el banco, en los años 90 persistían rentas de hasta 10 pesos mensuales, mientras los costos de mantenimiento e impuestos se disparaban. Aunque el Bando 1 vincula los límites a la inflación, Banamex insiste en que se requieren salvaguardas para evitar desequilibrios. El documento propone soluciones integrales que combinen protección social con sostenibilidad económica.
- Consecuencia económica: Podría desincentivar la inversión en vivienda y reducir la oferta de arrendamiento.
- Impacto urbano: Riesgo de deterioro en zonas céntricas, como ocurrió en el pasado.
- Justicia social vs. mercado: El desafío es equilibrar protección a inquilinos sin afectar la dinámica inmobiliaria.
El gobierno capitalino avanza en la implementación del Bando 1 con un enfoque participativo, pero Banamex recomienda ajustes técnicos para evitar errores históricos. Se espera que en los próximos meses se definan los mecanismos de control y sus excepciones. Mientras tanto, el debate sigue entre proteger a los inquilinos y garantizar un mercado de vivienda funcional.