Eduardo May.- Mérida, Yuc. 28 de julio.- En los últimos cinco años el número de unidades económicas en Yucatán se ha incrementado de manera constante, a un rito de casi 6,4 por ciento. Sin embargo, en un gran volúmen, los negocios, micro changarros y tiendas que se abren trabajan de manera informal y no contribuyen al pago de contribuciones fiscales.
Este problema también se refleja de manera directa en los empleos, ya que, el 59,8 por ciento de los trabajadores en el estado están en la informalidad, lo que impacta de manera importante en la capacidad de captura de recursos por parte del estado y el municipio que se ven rebasados en sus demandas de atención a la población.
En la presentación del Censo Económico 2024 por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se informó que, al cierre del año pasado se conoció de un incremento de 500 mil negocios en todo el país. En su caso, en Yucatán los registros indican que, las unidades económicas censadas superaron las 163 mil en todo el territorio, 12 mil 785 más que en 2023.
Sin embargo, de los poco más de 12 mil 700 negocios que iniciaron actividades solo 5 mil son formales, están registrados, debidamnte autorizados con permisos y tienen supervisión de alguna entidad gubernamental para ampliar sus condiciones operativas y sus funciones administrativas para fiscalización.
El censo del Inegi detalló que, gran parte de los negocios que están realizando actividades económicas en el estado, no tienen documentación completa, no están registrados, no disponen de permisos, sus trabajadores no ingresan al seguro social, por lo que se desempeñan en la informalidad.
Según el censo, a diferencia de 2018, en 2024 los altos costos de materias primas fueron el principal problema, debido al impacto de la inflación. Pero también están en la informalidad pequeños negocios familiares que venden comida, las trabajadoras domésticas, además de personal que realiza actividades de intermediarios como inmobiliario, agroindustrial y de servicios.
Según el Inegi, el tipo de giro más común en Yucatán son las tiendas de abarrotes, seguido de salones de belleza y peluquerías, comercios de ropa, restaurantes y negocios de comida, loncherías, tendejones, negocios de alimentos y tiendas de regalos.
Según estimaciones del Inegi, en Yucatán poco más de 635 mil personas consideradas Económicamente Activas (PEA) laboran en la informalidad, principalmente en el ramo comercial, agrícola y de servicios, lo que establece un amplio margen social que no dispone de seguridad social, prestaciones y demanda servicios comunitarios.
En este mismo contexto, el 59 por ciento de las personas en la informalidad son hombres y el 41 por ciento son mujeres. También el Inegi estableció que las edades con mayor volumen de personas en la informalidad están entre los 25 y los 44 años en rumbro masculino, en tanto que el sector femenino, las edades van desde los 15 hasta los 45 años en su porcentaje mayor de personas.