Rusia descarta reunión acelerada y exige condiciones previas
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, rechazó este jueves la propuesta del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de celebrar una cumbre «inmediata» con Vladímir Putin en suelo europeo, tachándola de «maniobra propagandística» para eludir negociaciones técnicas. Lavrov, en rueda de prensa con su homólogo indio, cuestionó la legitimidad de Zelenski —cuya presidencia Moscú considera caducada desde mayo— y advirtió que cualquier acuerdo debe ser preparado por expertos y firmado por un líder «legal». Mientras, Zelenski insistió en que solo una cumbre bilateral puede resolver el conflicto territorial, con Suiza, Austria o Turquía como sedes neutrales.
Moscú exige «trabajo serio» y desconfía de las intenciones de Kiev
Lavrov acusó a Zelenski de recurrir a «efectos teatrales», en alusión a su pasado como cómico, para simular disposición al diálogo sin ceder en lo sustancial. Subrayó tres condiciones rusas:
- Preparación técnica previa: Los equipos deben consensuar bases legales antes de cualquier encuentro presidencial.
- Legitimidad del firmante: Moscú exige que Ucrania derogue el decreto de 2021 que prohíbe negociar con Putin y aclare el estatus de Zelenski, cuyo mandato —según Rusia— expiró en mayo.
- Neutralidad y desmilitarización: Rusia insiste en una Ucrania no alineada con la OTAN y sin armas nucleares, rechazando las garantías de seguridad colectiva propuestas por Occidente, que considera «pretextos para intervenir militarmente».
El canciller advirtió que las propuestas europeas ignoran los «intereses rusos» y violan el principio de «seguridad indivisible», pactado con EE.UU. en la cumbre de Alaska. «No aceptaremos planes que impliquen tropas extranjeras en Ucrania», sentenció, calificando de «aventura» el posible despliegue militar occidental.
- Bloqueo a la vía negociadora:
- La postura rusa congela la posibilidad de un alto al fuego inmediato, al condicionar cualquier cumbre a demandas previas (legitimidad de Zelenski, desmilitarización).
- Zelenski, por su parte, evita ceder soberanía territorial y apuesta por una reunión directa para presionar a Putin con el respaldo occidental.
- Riesgo de escalada militar:
- Lavrov descartó las garantías de seguridad impulsadas por la UE y EE.UU., que incluyen posible despliegue de tropas en Ucrania. Moscú lo interpreta como una «provocación» que podría llevar a un conflicto directo con la OTAN.
- Legitimidad en disputa:
- Rusia explota el vacío legal del mandato de Zelenski (extendido por la guerra) para deslegitimar futuros acuerdos, mientras Kiev y Occidente ignoran este argumento.
- La neutralidad del escenario (Europa vs. Turquía) se convierte en un símbolo: Moscú prefiere evitar suelo europeo, asociado a la OTAN.
Estancamiento diplomático y señales de tensión
La posición rusa cierra la puerta a avances rápidos, pese al interés declarado por Donald Trump de mediar tras la cumbre de Alaska. Mientras:
- Kiev mantiene su postura: Zelenski reiteró que solo una cumbre bilateral puede resolver el conflicto, con el apoyo explícito de la UE para un encuentro en territorio neutral.
- Moscú endurece el tono: Lavrov advirtió que cualquier movimiento militar occidental en Ucrania será «inaceptable», elevando el riesgo de un enfrentamiento directo con la OTAN.
- Próximos pasos: Expertos de ambos bandos deberán reunirse —según el protocolo ruso—, pero sin fechas claras. La cumbre G7 en junio podría ser un nuevo escenario de presión sobre Putin.
Con información de agencias (Ukrinform, TASS) y declaraciones oficiales del Ministerio de Exteriores ruso.
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