La informalidad frena el desarrollo económico en México
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reveló que 73.5% de las 668,023 empresas creadas durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2023) operan en la informalidad, un fenómeno que limita la productividad y perpetúa la precariedad laboral. Según el organismo —vinculado al Consejo Coordinador Empresarial (CCE)—, estas unidades económicas, mayoritariamente microempresas (98.7%) con plantillas de 1 a 10 trabajadores, son incapaces de generar empleos estables o salarios que superen los umbrales de pobreza. Aunque el gobierno reportó una reducción de la pobreza gracias al aumento del salario mínimo y programas sociales, el CEESP advierte que la falta de formalización amenaza la competitividad del país y desincentiva la inversión extranjera.
CEESP: «La informalidad es un lastre para el crecimiento»
El análisis del CEESP subraya que, de las 668,023 unidades económicas creadas, 490,996 son informales (frente a 177,027 formales), una proporción que refleja estancamiento en la generación de empleos de calidad. Entre los hallazgos críticos destacan:
- Caída de empresas grandes: Se perdieron 900 unidades (algunas por fusiones), pero el CEESP señala que su reducción afecta la productividad, ya que son las que más contribuyen al PIB y al empleo formal.
- Retroceso en pymes: Aunque las pequeñas y medianas empresas (11 a 250 trabajadores) crecieron en 9,689 unidades, las de mayor tamaño (51 a 250 empleados) disminuyeron en 1,702, lo que limita su capacidad de escalar.
- Falta de incentivos: El organismo atribuye la persistente informalidad a altos costos fiscales, inseguridad y un «débil estado de derecho», que desalientan la formalización.
El CEESP insistió en que, aunque los programas sociales y el alza al salario mínimo mitigaron la pobreza, estos avances son insostenibles sin un sector formal robusto: «Las empresas formales son el motor del crecimiento, pero el ambiente de negocios no ha mejorado lo suficiente».
- Productividad en caída libre:
- La informalidad reduce la competitividad de México frente a economías con sectores formales consolidados, según el CEESP.
- Empresas sin acceso a crédito o tecnología limitan la innovación y la capacidad de exportar.
- Empleos precarios y pobreza estructural:
- Los trabajadores informales carecen de prestaciones (seguridad social, aguinaldos, vacaciones), lo que perpetúa ciclos de pobreza.
- El 66% de las unidades económicas en 2023 eran informales, según el Censo Económico.
- Fuga de inversión y desconfianza:
- La inseguridad, carga fiscal y burocracia ahuyentan capitales, pese a récords históricos de inversión extranjera directa (como destacó el CCE en 2023).
- El CEESP advierte: «Sin reformas, México perderá atractivo para proyectos de largo plazo».
Escenario actual: ¿Qué sigue?
El CEESP exige políticas urgentes para revertir la tendencia, como:
- Incentivos fiscales para formalizar microempresas, sin aumentar la carga a las pymes.
- Simplificación de trámites y reducción de costos laborales no salariales (como aportaciones a la seguridad social).
- Fortalecimiento del estado de derecho para garantizar seguridad jurídica a inversores.
A corto plazo, el organismo no vislumbra mejoras significativas: la productividad seguirá deteriorándose si no se corrigieren las distorsiones del mercado laboral. Mientras, el gobierno de López Obrador no ha respondido a las críticas, aunque en meses recientes ha destacado logros como la inversión extranjera récord (US$36,058 millones en 2023) y la reducción de la pobreza multidimensional (del 41.9% al 36.3% entre 2018 y 2022, según Coneval).
Próximos focos de atención:
- La reforma fiscal 2025, donde el sector privado presionará por ajustes a impuestos y estímulos.
- El impacto de las elecciones de junio 2024 en la agenda económica del próximo gobierno.
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