La carrera por la autosuficiencia en semiconductores
China impulsará su capacidad de fabricación de chips de inteligencia artificial (IA) con tres nuevas plantas lideradas por Huawei, según reveló el Financial Times. La primera entrarán en operación a finales de 2025, mientras que las otras dos se activarán en 2026, con el objetivo de triplicar la producción nacional y reducir la dependencia de Nvidia. El movimiento responde a las restricciones estadounidenses que limitan el acceso a tecnología avanzada y a la urgencia de Pekín por desarrollar alternativas locales. SMIC, el principal fabricante chino de chips, también duplicará su capacidad de 7 nm el próximo año, consolidando el ecosistema doméstico.
Huawei lidera el salto tecnológico: plantas propias y alianza con SMIC
El gigante tecnológico iniciará la producción en su primera planta de chips de IA antes de diciembre, con dos instalaciones adicionales previstas para 2026, aunque la empresa negó ser la propietaria de las fábricas. Estas instalaciones, diseñadas para abastecer exclusivamente a Huawei, superarían la capacidad actual de SMIC, su principal socio manufacturero. Según fuentes citadas por el FT, la producción combinada de las tres plantas igualaría o excedería la de líneas similares en China, acelerando la fabricación de procesadores avanzados.
Huawei ya había anunciado en noviembre de 2024 planes para masificar su chip de IA más potente en el primer trimestre de 2025, pese a las sanciones de EE.UU. que le impiden acceder a equipos clave. Los nuevos centros se enfocarán en chips de 7 nm y tecnologías superiores, esenciales para entrenar modelos de IA y competir con el H20 de Nvidia (versión adaptada para China).
¿Por qué importa?
- Golpe a la hegemonía de Nvidia: China busca reemplazar los chips estadounidenses con alternativas locales, lo que podría reconfigurar el mercado global de semiconductores para IA.
- Escalada geopolítica: Las restricciones de EE.UU. han acelerado la autosuficiencia china, con Pekín invirtiendo miles de millones en I+D para evitar dependencias estratégicas.
- Riesgo de fragmentación tecnológica: Si China logra chips competitivos, podría surgir un ecosistema paralelo con estándares propios, complicando la interoperabilidad global.
- Impacto en la industria: Empresas como SMIC y Huawei ganarían cuota de mercado, pero enfrentan desafíos en rendimiento y escalabilidad frente a líderes como TSMC.
Huawei y SMIC no han confirmado oficialmente los detalles de las plantas, pero el cronograma apunta a un lanzamiento inminente de la primera fase. Analistas prevén que, de cumplirse los plazos, China podría reduccir su brecha tecnológica en 2–3 años, aunque la calidad de los chips seguirá siendo clave. Mientras, EE.UU. evalúa nuevas sanciones para frenar el avance chino, lo que podría intensificar la guerra comercial en semiconductores. El próximo hito será la producción masiva del chip Ascend de Huawei en 2025, un termómetro de su capacidad para desafiar a Nvidia.
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