El secretario de Estado estadounidense busca consolidar alianzas regionales contra los cárteles, el fentanilo y la migración irregular en una visita clave que marca la estrategia de Trump para Latinoamérica

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, realizará su primer viaje oficial a México y Ecuador entre el 2 y 4 de septiembre, una misión que busca fortalecer la cooperación en seguridad, comercio y migración en medio de la ofensiva del gobierno de Donald Trump contra el narcotráfico y las «amenazas externas».
La visita, confirmada este jueves por el Departamento de Estado, llega en un momento de tensión diplomática intermitente entre Washington y México, pero también de urgencia compartida por contener el poder de los cárteles y el flujo de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Un acuerdo de seguridad en la mira: ¿qué se negociará en México?
El punto central de la agenda en Ciudad de México será la firma de un acuerdo de seguridad, un paso que la presidenta Claudia Sheinbaum adelantó días atrás. Según el comunicado oficial, el objetivo es acelerar acciones «decisivas» para:
- Desmantelar cárteles y redes de tráfico de drogas, con énfasis en el fentanilo, responsable de miles de muertes por sobredosis en EE.UU.
- Frenar la migración irregular, un tema que ha generado roces entre ambos países, especialmente por las políticas de deportación y los controles fronterizos impuestos por Trump.
- Reducir el déficit comercial y promover condiciones más favorables para empresas estadounidenses en México.
- Contrarrestar la influencia de «actores malignos», en referencia a grupos como el Cártel de Sinaloa, el CJNG o incluso la presencia de actores extracontinentales como Rusia o China en la región.
El Departamento de Estado subrayó que este viaje reafirma el «compromiso firme» de EE.UU. con la protección de sus fronteras y la neutralización de amenazas narco terroristas, pero también dejó claro que espera una «distribución equitativa de responsabilidades» entre los países de la región.
De la «cortesía diplomática» a la presión por resultados
La visita de Rubio no es improvisada. En junio de 2025, el subsecretario de Estado Christopher Landau se reunió con Sheinbaum en Palacio Nacional en un encuentro calificado como «de cortesía», pero que sentó las bases para la actual negociación. En esa ocasión, Landau destacó la búsqueda de «la mejor relación posible» con México, mientras que Sheinbaum expuso los avances de su gobierno en seguridad y migración, además de defender los derechos de los migrantes mexicanos en EE.UU.
Sin embargo, las relaciones entre ambos países han sido volátiles desde el inicio del segundo mandato de Trump. Los aranceles comerciales, las declaraciones polémicas sobre narcotraficantes mexicanos juzgados en EE.UU. (como el caso de Ovidio Guzmán) y los desacuerdos en políticas migratorias han marcado una agenda bilateral compleja. Ahora, con Rubio al frente de la diplomacia, Washington parece priorizar la acción sobre el diálogo, exigiendo resultados concretos en la lucha contra el crimen organizado.
Ecuador en la ruta: ¿por qué es estratégico para EE.UU.?
Aunque México acapara el foco mediático, la escala en Ecuador no es menor. El país sudamericano, azotado por una ola de violencia sin precedentes vinculada al narcotráfico y al crimen organizado, se ha convertido en un punto crítico para la estrategia regional de EE.UU. En los últimos años, Ecuador ha registrado récords de homicidios, secuestros y tráfico de drogas, en parte por la expansión de cárteles mexicanos como el CJNG y el Cártel de Sinaloa, que buscan controlar rutas hacia Centroamérica y EE.UU.
Para Rubio, este viaje es una oportunidad para reforzar la cooperación con el gobierno de Daniel Noboa, quien ha implementado medidas drásticas —como declarar el estado de «guerra interna» contra las bandas criminales— pero necesita apoyo logístico y financiero de Washington.
La agenda de Trump en Latinoamérica: seguridad primero
Desde que asumió como secretario de Estado en enero de 2025, Rubio ha centrado su atención en Latinoamérica, realizando ya tres giras previas por Centroamérica y el Caribe (en febrero y marzo). Su discurso ha sido claro: la región es una prioridad para la seguridad nacional de EE.UU., especialmente por su papel en el tráfico de drogas, la migración masiva y la influencia de potencias rivales como China.
Con esta visita, Trump busca consolidar una alianza operativa con México y Ecuador, dos países clave en la ruta del narcotráfico, pero también enviar un mensaje de fuerza ante las elecciones presidenciales de noviembre: la lucha contra los cárteles y la protección de las fronteras serán pilares de su campaña.
¿Qué sigue? Expectativas y desafíos
Mientras Rubio prepara su llegada, quedan preguntas clave:
- ¿Logrará México compromisos concretos sin ceder soberanía en temas sensibles como la extradición de narcotraficantes?
- ¿Ecuador recibirá el apoyo prometido para combatir la crisis de seguridad que ha paralizado su economía?
- ¿Cómo reaccionarán los cárteles ante una posible mayor presión binacional?
Lo cierto es que, más allá de los comunicados, el éxito de este viaje se medirá en acciones: si los acuerdos se traducen en operativos conjuntos, inteligencia compartida y reducciones tangibles en el flujo de drogas y migrantes. Por ahora, la pelota está en la cancha de Rubio —y de sus contrapartes latinoamericanas—.
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