Un simple análisis del movimiento ocular podría revolucionar la detección temprana de problemas de memoria y demencia, según revela un innovador estudio internacional.

Patrones de mirada: un «biomarcador visual» del envejecimiento cerebral
Investigadores de la Universidad de Canadá y las Indias Occidentales compararon cómo se desplazan los ojos de personas jóvenes, adultos mayores sanos y pacientes con diagnóstico de deterioro cognitivo. Los resultados, publicados en la prestigiosa revista PNAS, muestran diferencias claras: mientras los individuos con memoria intacta adaptan su mirada según el estímulo —ya sea una imagen nueva o repetida—, aquellos con problemas cognitivos siguen patrones rígidos, casi idénticos independientemente de lo que observen.
El estudio empleó tecnología de eye-tracking (seguimiento ocular) en dos experimentos:
- Exposición a imágenes nuevas: Los participantes con buena memoria recorrieron activamente cada detalle, mientras que el grupo con deterioro se limitó a fijar la vista en áreas específicas, ignorando el resto.
- Imágenes repetidas: Las personas sin problemas cognitivos ajustaron su mirada al reconocer el estímulo; en cambio, quienes tenían pérdida de memoria repitieron el mismo patrón visual, como si cada imagen fuera la primera vez que la veían.
¿Por qué la mirada delata al cerebro?
Aunque los autores no determinaron una causa definitiva, señalan evidencia previa que vincula el movimiento ocular con el hipocampo, la región cerebral esencial para la memoria y la navegación espacial. Cuando esta área se deteriora —como ocurre en el Alzheimer—, no solo se afecta la capacidad de recordar, sino también la forma en que el cerebro procesa y explora el entorno visual.
«No es solo que olviden lo que ven, sino que literalmente ven menos», explican los investigadores. Este hallazgo sugiere que el deterioro cognitivo altera la estrategia visual del cerebro, reduciendo su capacidad para analizar información nueva o compleja.
Un avance hacia diagnósticos más accesibles
Actualmente, detectar el deterioro cognitivo requiere pruebas costosas (como resonancias magnéticas) o cuestionarios subjetivos. Sin embargo, este estudio propone que un análisis de 10 minutos del movimiento ocular podría ser igual de efectivo, más económico y menos estresante para el paciente.
La técnica también abriría la puerta a identificar señales tempranas de demencia, incluso antes de que aparezcan síntomas claros. Estudios previos ya habían explorado el uso de los ojos como indicadores de salud cerebral —por ejemplo, midiendo la dilatación de las pupilas—, pero esta investigación es la primera en analizar cómo cambia la exploración visual a lo largo de todo el espectro cognitivo, desde la normalidad hasta el deterioro avanzado.
Próximos pasos: ¿podría esto predecir el Alzheimer?
Los autores subrayan que aún se necesitan más estudios para validar el método en poblaciones diversas y determinar su precisión en diferentes etapas de enfermedades como el Alzheimer. No obstante, los resultados son prometedores: si se confirma su eficacia, esta técnica podría integrarse en revisiones rutinarias, especialmente en adultos mayores, para actuar antes de que el deterioro sea irreversible.
Mientras la ciencia avanza, una cosa queda clara: nuestros ojos no solo son ventanas al alma, sino también al estado de nuestro cerebro. Y en el futuro, podrían ser la herramienta más sencilla para protegerlo.
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