La caída en coberturas de vacunación y la resistencia de comunidades a inmunizarse disparan contagios en Chihuahua, donde se concentra el 93% de los casos nacionales. Especialistas advierten: sin acciones urgentes, el país podría retroceder tres décadas en salud pública

México vive una emergencia sanitaria sin precedentes en las últimas tres décadas: 4,416 casos confirmados de sarampión en lo que va de 2025, una cifra que supera por más de diez veces el total registrado entre 1996 y 2020 (405 casos). El epicentro de la crisis es Chihuahua, donde se han reportado 4,112 contagios (93% del total nacional) y 16 de las 17 muertes, todas en personas no vacunadas. La alarma es tal que el país podría perder su certificación como territorio libre de sarampión, obtenida en 1996 tras erradicar la transmisión endémica de la enfermedad.
¿Cómo comenzó el brote?
El primer caso de 2025 se detectó el 14 de febrero en Oaxaca: una niña de cinco años no vacunada que contrajo el virus durante un viaje a Asia. Gracias a los altos niveles de inmunización en la región, el contagio se limitó a cinco personas. Sin embargo, la situación tomó un giro crítico una semana después, cuando Chihuahua reportó su primer caso: un niño menonita de nueve años, también sin vacunar, que se infectó en Texas (EE.UU.). A diferencia de Oaxaca, el paciente llegó a una comunidad con histórica resistencia a la vacunación, desatando una cadena de transmisión sin control.
«El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa: una persona puede infectar a 18 susceptibles. Cuando llega a grupos no inmunizados, el virus encuentra un terreno fértil», explica Mauricio Rodríguez Álvarez, académico de la UNAM. En Chihuahua, el brote se expandió primero entre comunidades menonitas y luego a trabajadores agrícolas indígenas, muchos de ellos migrantes temporales. Hoy, el estado registra casos en 17 municipios, con fallecidos de entre 1 y 54 años —solo dos tenían comorbilidades—.
Las cifras que alertan
- 4,416 casos confirmados en México (hasta el 4 de septiembre).
- Chihuahua: 4,112 (93%).
- Sonora: 87.
- Coahuila y Guerrero: 54 y 35, respectivamente.
- 17 estados más: menos de 25 casos cada uno.
- 17 muertes, todas en Chihuahua. Solo 2 de los fallecidos tenían comorbilidades.
- Grupos más afectados:
- 0 a 4 años: 1,062 casos.
- 25 a 34 años: 1,053 casos.
- Tendencia: Tras un pico de 321 casos semanales en abril, los contagios descendieron en junio, pero repuntaron a 245 en la semana del 15 al 21 de ese mes. Desde agosto, las cifras vuelven a bajar, aunque los expertos advierten: el brote aún no está controlado.
A escala continental, México es el segundo país con más casos en 2025, solo detrás de Canadá (4,799). Estados Unidos ocupa el tercer lugar (1,431), seguido de lejos por Bolivia (274). La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya monitorea la situación, pues tres naciones del continente podrían perder su certificación de eliminación del sarampión si los brotes persisten por más de un año.
¿Por qué resurgió el sarampión?
El origen de la crisis tiene dos causas principales:
- Caída en coberturas de vacunación:
- En 2019, la cobertura nacional cayó al 55% (el nivel más bajo en décadas).
- Aunque repuntó a 79% en 2020, en 2024 solo alcanzó el 69%, muy lejos del 95% mínimo recomendado por la OMS para evitar brotes.
- «Entre 2000 y 2018, México mantenía coberturas cercanas al 99%. La pandemia de COVID-19 agravó el descenso, pero el problema es estructural», señala Rosa María Wong Chew, infectóloga pediátrica de la Universidad La Salle.
- Resistencia de comunidades a vacunarse:
- Grupos como los menonitas en Chihuahua y algunas poblaciones indígenas rechazan sistemáticamente las vacunas por creencias religiosas o desconfianza.
- «Cuando se acumulan personas no inmunizadas de distintas edades, el riesgo de brotes explosivos aumenta», advierte Rodríguez Álvarez.
¿Qué hace el gobierno para contenerlo?
Ante la emergencia, las autoridades implementaron un plan de choque desde agosto:
- Equipo Nacional de Respuesta Rápida: Coordinado con Chihuahua, realiza cercos epidemiológicos y bloqueos vacunales en zonas de alto riesgo.
- Macrocentros de vacunación: Priorizan a:
- Niños de 6 meses a 9 años.
- Adolescentes y adultos de 10 a 49 años con esquemas incompletos.
- Trabajadores agrícolas, personal de salud y comunidades vulnerables (indígenas, menonitas, rarámuri).
- Refuerzo de dosis: Se han aplicado 4.5 millones de vacunas en 2025, con 10 millones adicionales disponibles.
- Cambio en el esquema de vacunación: Desde 2023, se adelantó la segunda dosis de 1 año y 6 meses (antes era a los 6 años) para reducir la ventana de susceptibilidad.
«El éxito depende de la coordinación entre federación, estados y municipios, pero también de que las comunidades acepten vacunarse», subraya Rodríguez Álvarez. La Secretaría de Salud hizo un llamado urgente a revisar y completar esquemas, especialmente en menores de 5 años, el grupo más vulnerable.
Contexto: México, de ejemplo a riesgo
- 1989–1990: Última epidemia grave, con 89,163 casos.
- 1996: México eliminó la transmisión endémica del sarampión, convirtiéndose en referente regional.
- 1996–2020: Solo 405 casos importados, todos contenidos en menos de cuatro meses.
- 2024: Se registraron 7 casos (6 en CDMX, vinculados a un viajero de Londres; 1 en Guanajuato, en un turco).
- 2025: Explosión de contagios, con riesgo de perder la certificación si los brotes no se cierran antes de febrero de 2026.
«El sarampión no es una enfermedad del pasado. Es prevenible, pero si no actuamos, podríamos retroceder 30 años», advierte Wong Chew. Los expertos coinciden: la única solución es vacunar.
¿Qué puede pasar ahora?
- Escenario optimista: Si los cercos vacunales y las jornadas intensivas logran cortar la transmisión en Chihuahua, el brote podría declararse controlado en 42 días (plazo máximo para confirmar nuevos casos).
- Escenario crítico: Si los contagios persisten hasta febrero de 2026, México perderá su estatus de país libre de sarampión, junto con EE.UU. y Canadá.
- Riesgo adicional: La temporada invernal (diciembre–febrero) podría agravar la situación por mayor concentración de personas en espacios cerrados.
«No es solo un problema de salud, es un fracaso colectivo. El sarampión no discrimina: afecta a quienes no están protegidos, sin importar edad o condición social», concluye Rodríguez Álvarez. La pregunta ahora es: ¿Logrará México frenar el avance del virus antes de que sea demasiado tarde?
Descubre más desde NotaTrasNota
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.