El accidente, ocurrido el año pasado bajo un puente de la zona oriente, generó quemaduras graves en decenas de personas y caos vial; autoridades investigan irregularidades en el transporte de gas

La explosión de un camión cisterna que transportaba cerca de 50,000 litros de gas LP dejó cuatro muertos y 90 heridos —10 de ellos ya dados de alta— en Iztapalapa, uno de los distritos más poblados de la capital mexicana. El siniestro, registrado el 10 de septiembre de 2024, ocurrió cuando el vehículo volcó bajo un puente en la calzada Ermita-Iztapalapa, provocando un incendio masivo que afectó a transeúntes, automovilistas y viviendas cercanas.
Las llamas, visibles desde varios kilómetros, causaron quemaduras de segundo y tercer grado en al menos 20 personas, algunas con lesiones en más del 80% de su cuerpo, según reportes médicos. Testigos relataron escenas de pánico: «Gente corría con fuego en la ropa», declaró Pablo Vázquez, entonces secretario de Seguridad de la CDMX, basándose en imágenes de videovigilancia. Un video viral mostró a una mujer con un bebé en brazos, ambos con quemaduras visibles, mientras intentaban huir del lugar.
Operativo de emergencia y caos urbano
El incidente activó un operativo con cientos de paramédicos, bomberos y militares, que evacuaron a los heridos más graves en helicópteros. Hospitales de la zona colapsaron con familiares buscando información: «Que nos den noticias, esto fue muy grave», exigió un joven mientras esperaba noticias de su madre. Vecinos organizaron colectas espontáneas para llevar café y alimentos a los afectados, cuyas edades oscilaban entre 1 y 60 años.
El fuego también dañó 28 vehículos —algunos calcinados— y afectó una estación del trolebús, lo que obligó a suspender temporalmente el servicio de transporte público en la zona, agravando el caos vial. La humareda tóxica se extendió por horas, mientras bomberos trabajaban para enfriar el remolque y evitar una segunda explosión.
Irregularidades y antecedentes
Preliminarmente, las autoridades detectaron que el camión carecía del permiso de operación vigente y la empresa propietaria no había presentado la póliza de seguro obligatoria para transportar gas. La fiscalía investiga si hubo negligencia en el mantenimiento del vehículo o en los protocolos de seguridad.
Este accidente recordó a los mexicanos la tragedia de Tlahuelilpan (2019), donde una explosión en un ducto de Pemex —causada por robo de combustible— dejó 137 muertos. Aunque las causas en Iztapalapa aún se determinan, el caso reavivó el debate sobre los riesgos del transporte de hidrocarburos en zonas urbanas densamente pobladas, como Iztapalapa, que alberga a 1.8 millones de personas.
La entonces presidenta Claudia Sheinbaum expresó en redes sociales su «solidaridad con las familias», pero un año después, las víctimas y sus seres queridos aún exigen justicia y medidas para prevenir nuevos siniestros.
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