El ingreso de divisas desde el extranjero se redujo un 8.3% en comparación con el mismo mes de 2024, cuando se registraron cifras récord

Las remesas que llegaron a México en agosto de 2025 sumaron 5,578 millones de dólares, un 8.3% menos que en el mismo mes del año pasado, cuando el país recibió 6,082 millones, la cifra más alta registrada para un agosto en la historia. Según datos del Banco de México (Banxico), este descenso marca el quinto mes consecutivo en que los envíos de dinero desde el extranjero disminuyen en comparación con 2024, año en que México rompió récords mensuales con ingresos superiores a 6,000 millones de dólares entre junio y agosto.
El monto total ingresó a través de 13.8 millones de operaciones, un 7.4% menos que las 14.9 millones de transacciones reportadas en agosto de 2024. Pese a la caída, las 4.1 millones de familias beneficiarias recibieron en promedio 402 dólares, manteniendo por tercer mes seguido un ingreso superior a los 400 dólares por hogar. Sin embargo, esta cantidad sigue por debajo del máximo histórico de 419 dólares alcanzado en junio de 2024.
Acumulado anual también retrocede
En los primeros ocho meses de 2025, México recibió 40,467 millones de dólares en remesas, un 5.9% menos que en el mismo periodo de 2024, cuando el flujo ascendió a 43,001 millones. La tendencia a la baja contrasta con el crecimiento sostenido observado en años anteriores, cuando las remesas se consolidaron como una de las principales fuentes de divisas para el país, superando incluso los ingresos por turismo o inversión extranjera directa en algunos trimestres.
Contexto: ¿Por qué importan las remesas?
Las remesas representan un pilar económico para millones de hogares mexicanos, especialmente en estados como Michoacán, Jalisco y Guanajuato, donde más del 10% de las familias depende de estos recursos. Aunque el monto promedio por operación se ha mantenido estable, la reducción en el número de transacciones sugiere que menos personas están enviando dinero o que lo hacen con menor frecuencia. Analistas señalan que factores como la desaceleración económica en Estados Unidos —principal origen de las remesas— y el aumento en los costos de vida podrían estar influyendo en esta tendencia.
El Banxico aún no ha emitido un análisis oficial sobre las causas de la caída, pero expertos advierten que, de prolongarse, podría afectar el consumo interno y la estabilidad financiera de las familias más vulnerables. Mientras tanto, el gobierno federal no ha anunciado medidas específicas para contrarrestar el impacto.
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