El pesimismo sobre la economía y los precios frena el optimismo de los hogares, con retrocesos en la capacidad de compra y las expectativas futuras.

La confianza de los consumidores mexicanos registró un nuevo retroceso en septiembre de 2024, marcando el sexto descenso en lo que va del año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 46.5 puntos (cifras desestacionalizadas), una caída de 0.2 puntos respecto a agosto del año pasado y 0.5 puntos menos en comparación anual.
El declive obedeció principalmente a tres de los cinco componentes que integran el indicador. El más afectado fue la capacidad actual para comprar muebles y electrodomésticos, que retrocedió 0.8 puntos en un mes. También disminuyó el optimismo sobre la situación económica del país en los próximos 12 meses (-0.5 puntos) y la evaluación de la economía nacional en el presente (-0.2 puntos). En contraste, solo mejoró levemente (+0.2 puntos) la percepción sobre la situación económica actual de los hogares, mientras que las expectativas futuras para las familias se mantuvieron sin cambios.
El informe del Inegi refleja un patrón de incertidumbre persistente entre los mexicanos, donde el alza de precios y la desaceleración económica siguen pesando en el ánimo de los consumidores, pese a algunos indicios de estabilidad en el ingreso familiar. Los analistas advierten que, de prolongarse esta tendencia, podría impactar el gasto en bienes duraderos y el crecimiento del consumo privado en los próximos meses.
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