General Motors, Volkswagen y Mazda lideran los recortes, mientras la industria registra su segundo mejor septiembre histórico pese a la tensión comercial con Washington.

La producción de vehículos ligeros en México se contrajo un 6.1% en septiembre de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, como consecuencia directa de los aranceles impuestos por Estados Unidos a los autos mexicanos desde principios de año y la incertidumbre en torno a la revisión del T-MEC. Aunque las exportaciones solo retrocedieron un 0.3%, marcas como Mazda, BMW y Honda sufrieron caídas superiores al 20% en sus envíos al mercado estadounidense, según datos del Inegi y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En cifras absolutas, México fabricó 355,525 unidades en septiembre, un volumen que, pese al descenso, se ubica como el segundo mejor registro histórico para este mes. Sin embargo, el impacto fue desigual: General Motors redujo su producción un 16.9%, Volkswagen un 17.7% y Mazda un 11.5%. Las dos primeras incluso implementaron paros laborales temporales para ajustarse a la menor demanda en EE.UU., donde los aranceles han encarecido los vehículos mexicanos.
Exportaciones resisten, pero con alertas
Las ventas al exterior sumaron 314,656 unidades en septiembre, una caída marginal que la AMIA atribuyó a la «estabilidad relativa» del sector. No obstante, algunas marcas registraron pérdidas severas: Mazda lideró el retroceso con un 46.4% menos exportaciones, seguida de BMW (-34.6%) y Honda (-21.4%). En el acumulado de enero a septiembre de 2025, las exportaciones superaron los 2.5 millones de unidades (un 0.9% menos que en 2024), mientras que la producción total alcanzó 3.02 millones de vehículos, también con un ajuste a la baja del 0.3%.
Un dato positivo: la participación de los autos mexicanos en el mercado estadounidense escaló al 20% en septiembre, tres puntos porcentuales más que en meses anteriores, gracias a la competitividad en precios de algunos modelos.
T-MEC: La sombra sobre el futuro
El presidente de la AMIA, Rogelio Garza, advirtió la semana pasada que el endurecimiento de las reglas de origen —actualmente en 75% de componentes norteaméricanos— podría complicar aún más el escenario. La propuesta de excluir piezas chinas de la cadena de suministro, impulsada por Washington, generaría mayores costos y retrasos para las armadoras en México.
«El ambiente es complejo», reconoció Garza, quien subrayó que, aunque 2025 sigue siendo un año récord en volumen, la incertidumbre comercial y los aranceles ya están reconfigurando la producción. La revisión del T-MEC, prevista para los próximos meses, será clave para definir si la industria mexicana logra mantener su posición como segundo mayor exportador de autos a EE.UU., después de Canadá.
Contexto clave:
- Aranceles en 2025: EE.UU. aplicó gravámenes a los autos mexicanos desde marzo, argumentando prácticas desleales de competencia.
- T-MEC bajo presión: El tratado podría modificar las reglas de origen, afectando a fabricantes que dependen de componentes asiáticos.
- Mercado estadounidense: México exporta el 80% de su producción a EE.UU., donde compite con vehículos de Canadá y Asia.
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