Científicos de la Universidad de Utah han descubierto que un hongo común del suelo podría transformarse en un hidrogel biocompatible, abriendo un nuevo camino para la regeneración de tejidos humanos como la piel y el cartílago.

Los hongos han sido históricamente esenciales para los ecosistemas, actuando como los principales «recicladores» al descomponer materia muerta. En la última década, la biotecnología ha explorado el potencial de los organismos vivos para aplicaciones médicas, buscando materiales que imiten la estructura y la función del cuerpo humano. Los hidrogeles son materiales blandos, elásticos y ricos en agua, y son considerados el estándar de oro para la bioingeniería de tejidos debido a su similitud con los tejidos blandos internos. Hasta ahora, muchos hidrogeles se crean sintéticamente, pero el nuevo estudio presenta una alternativa biológica y estructuralmente superior.
Un reciente estudio de la Universidad de Utah, publicado en The Journal of The Minerals, Metals & Materials Society, se centró en un hongo del suelo llamado Marquandomyces marquandii. Este organismo produce de forma natural una red fibrosa subterránea conocida como micelio. Este micelio posee características únicas: una estructura viva, la capacidad de retener hasta un 83% de agua y, fundamentalmente, la formación de múltiples capas. Cuando se cultivó en un medio líquido sin agitación, el hongo desarrolló un hidrogel con una porosidad variable entre las capas (40% en la superior y hasta 90% en bandas inferiores), una estructura que imita mejor la complejidad de los tejidos biológicos que muchos materiales sintéticos.
Los investigadores creen que pueden «moldear» estas propiedades ajustando factores como el oxígeno y los nutrientes durante el crecimiento. El material base del micelio es la quitina, un compuesto biocompatible que también se encuentra en los exoesqueletos de insectos, lo que lo hace ideal como una base esponjosa para el crecimiento de nuevos tejidos o incluso estructuras óseas. Aunque aún se necesitan pruebas exhaustivas de biocompatibilidad (ya que la quitina puede causar reacciones alérgicas), este hongo es el primero reportado con propiedades de hidrogel bajo estas condiciones de crecimiento, lo que marca un hito en la biomimética.
La información y los datos provienen del estudio de la Universidad de Utah publicado en The Journal of The Minerals, Metals & Materials Society, y de declaraciones de los micólogos e ingenieros del equipo de investigación, incluidos Bryn Dentinger y Steven Naleway.
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