La agencia S&P Global Ratings degradó la nota crediticia de Francia, citando una «elevada incertidumbre» sobre las finanzas públicas y el lento avance de la consolidación presupuestaria.

La agencia de calificación financiera estadounidense S&P Global Ratings anunció el viernes la rebaja de la calificación crediticia de Francia de AA a A+. Esta decisión se basa en la preocupación de que el gobierno francés no logre reducir significativamente su déficit fiscal durante el próximo año, a pesar de la presentación del proyecto de presupuesto 2026.
La agencia argumenta que, si bien el objetivo de déficit público del $5.4\%$ del PIB para 2025 probablemente se cumplirá, la consolidación presupuestaria a futuro será más lenta de lo previsto si no se implementan medidas adicionales de reducción del gasto.
La rebaja se produce en un complejo contexto político en Francia:
- Gobierno Dividido: El presidente Emmanuel Macron intenta impulsar recortes profundos en el gasto a través de un Parlamento dividido, donde su partido carece de mayoría absoluta.
- Reformas Frenadas: El nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, se vio obligado a dar marcha atrás esta semana en una criticada reforma de las pensiones que buscaba elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años, con el fin de evitar una moción de censura.
El ministro de Finanzas de Francia, Roland Lescure, respondió a esta segunda rebaja de S&P en menos de dos años, reafirmando la determinación del gobierno de cumplir con la meta de déficit del $5.4\%$ del PIB para 2025.
La información y los datos provienen de EL ECONOMISTA, con base en el comunicado emitido por la agencia de calificación financiera estadounidense S&P Global Ratings y las declaraciones del ministro de Finanzas francés, Roland Lescure.
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