
Esta tendencia aumenta el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, embarazos no planificados y abortos inseguros.

Desde 2014, la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado una disminución en el uso de preservativos entre los jóvenes.
- HOMBRES Y MUJERES
En general, la proporción de adolescentes sexualmente activos que utilizaron un preservativo en su última relación sexual cayó del 70% al 61% en los hombres y del 63% al 57% en las mujeres, durante el período de 2014 a 2022.
Además, casi un tercio de los adolescentes admitió no haber utilizado ni preservativo ni píldora anticonceptiva en su más reciente encuentro sexual.
Dicha declaración es más propensa en adolescentes de familias con bajos ingresos, según el Estudio sobre las Conductas Saludables de los Jóvenes Escolarizados (Estudio HBSC).
«Está claro que la disminución en el uso del condón es generalizada y abarca múltiples países y regiones», precisa.
De acuerdo con la agencia, esta tendencia coloca a las nuevas generaciones en mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazos no planificados y abortos inseguros.
¿Y LA EDUCACIÓN SEXUAL?
La OMS apunta a que la reticencia a impartir educación sexual en las escuelas es una de las razones del incremento de las relaciones sexuales sin protección.
«La educación sexual integral adecuada a la edad sigue estando desatendida en muchos países y, cuando existe, ha sido cada vez más atacada en los últimos años bajo la falsa premisa de que alienta la actividad sexual, cuando lo cierto es que dotar a los jóvenes de los conocimientos adecuados en el momento oportuno conduce a resultados sanitarios óptimos vinculados a comportamientos y elecciones responsables»,
aseveró Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa.
«Al capacitar a los adolescentes para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual, en última instancia salvaguardamos y mejoramos su bienestar general».
El aumento de los costos sanitarios, así como la interrupción de la trayectoria educativa y profesional de los jóvenes son consecuencias negativas de estos compartimientos.
El Estudio HBSC contó con la participación de más de 242 mil jóvenes de 15 años provenientes de 42 países situados en Europa, Asia central y Canadá entre 2014 y 2022.
Fuente: SIPSE.