
El Hanal Pixán es una conmemoración que impulsa significativamente el turismo
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 25 de oct.-Para comprender su importancia, una empresa local encuestó a 4 mil 495 personas, buscando una visión sobre las costumbres y comportamientos que rodean estas fechas significativas
El estudio arrojó que, el 60 por ciento de los encuestados prefieren viajar durante esta temporada eligiendo destinos como pueblos, playas y grandes ciudades, aprovechando los días inhábiles del calendario que se incluyen como “festivos”.
La evocación a los difuntos, que año con año se realiza los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre, son una muestra del sincretismo religioso de culturas precolombinas, que se vive aun ahora, con gran pasión en diferentes partes del país, pero en especial en Yucatán.
En los pueblos y rancherías de Yucatán, las fechas de los Fieles Difuntos mezcla ritos y conmemoraciones distintas, muchas veces dependiendo de la zona y otras más de las formas en las costumbres que se han viven de generación en generación y se transmiten en cada familia.
Los usos y costumbres de cada familia católica aplica también para entender el vínculo y el apego hacia los seres queridos que han fallecido y que “regresan” para reencontrarse con los vivos y a quienes se dedican altares, alimentos, bebidas, rezos y ceremonias especiales valorando la escencia de cada ser querido que se recuerda.
En algunas comunidades yucatecas, la compra de los insumos para los alimentos, los dulces tradicionales, las bebidas, las imágenes que se colocan en los altares se adquieren con tiempo, otros más, se cosechan de manera especial en las granjas y huertos de la casa, para disfrutar su frescura y calidad.
Es de esta manera que, el Hanal Pixán -alimento de las ánimas- tenga un compromiso especial en las costumbres yucatecas, donde se incluyen instrumentos, herramientas, juguetes e incluso, artículos que el o los difunto disfrutaba en vida.
Si bien, las modas, las marcas comerciales, las tecnologías y la globalización de la información intentan desvirtuar muchas de estas costumbres ancestrales por festejos banales y mercantiles como “expresiones artísticas”, la vivencia y el espíritu de estas eventos que se plasman con fervor en la población, conlleva una batalla para hacer respetar el valor y tradición que enmarca estas formas de expresión cultural yucateca.
En el estudio publicado, el 49 por ciento de los encuestados señaló que, esta es una tradición familiar que fortalece la unión y la preservación de las costumbres auténticas.
Adicionalmente, el 30 por ciento lo considera una oportunidad para conectar con la cultura, mientras que, el 11 por ciento lo asocia con un cambio de rutina y otro 11 por ciento, lo aprovecha para celebrar y compartir con amigos.
La medición establece que, cada generación tiene su enfoque particular hacia esta tradición, pero en todo caso coinciden en la importancia de compartirla en familia.
La valoración apunta a que, las personas más jóvenes busca darle un significado más profundo relacionado con temas como la muerte digna y el cuidado del medio ambiente.
Las personas mayores de 30 años, valoran las tradiciones familiares, pero las combinan con un toque personal, buscando productos locales y sostenibles.
La población mayor de 40 años, busca transmir estas tradiciones a sus hijos, mientras que las mayores a 50, mantienen una conexión profunda con las costumbres de sus antepasados.
En las nuevas sociedades, la transformación, cambios y modas ha ido deslucioendo y mezclando costumbres y tradiciones para llevarlas a eventos más “pintorezcos” de carácter “artístico” dejando a un lado el valor establecido, modificando el pensamiento y las razones que generaron y dieron vida a estas expresiones culturales de otros tiempos. (imagen de internet)