
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 8 de dic.- La Asociación de Cruceros del Caribe FCCA, por sus siglas en inglés dio a conocer que, el gobierno mexicano con el aplazamiento de seis meses al inicio del pago del impuesto de 42 dólares a los cruceristas será un respiro temporal para las empresas: Sin embargo, subraya que se requieren medidas integrales para aboradar de lleno este problema.
La Asociación de Cruceros del Caribe es el organismo empresarial rector de la industria de cruceros que trabajan en los destinos del Caribe y Golfo de México y traen a México 8 millones de viajeros por vía marítima a través de los gigantes hoteles flotantes que distribuyen sus rutas en 14 países en la región del Caribe.
La situación del impuesto de 42 dólares -860 pesos al tipo de cambio actual- aprobado por la Cámara de Diputados en días pasados, ha ocasionado una crisis para las empresas debido a las condiciones que impone el gobierno federal a partir del 1 de enero, que resta competitividad a los puertos del Pacífico, Golfo de México y el Caribe.
Al respecto, la FCCA dio a conocer un comunicado señalando que, “el aplazamiento proporciona un respiro temporal, pero que, se requieren medidas integrales para abordar las preocupaciones más amplias sobre el impacto devastador del impuesto en el turismo de cruceros, la economía de México y los medios de vida de sus comunidades costeras.
–Esto supone un asombroso 213 por ciento más que el costo medio en los puertos del Caribe, lo que plantea serias dudas sobre la competitividad de los destinos mexicanos en el mercado mundial de cruceros, describe el documento.
El puerto de Progreso recibe anualmente cerca de 250 mil cruceristas que permiten una derrama económica estimada de 15 millones de dólarea anuales, esto es unos 3 mil millones de pesos al tipo de cambio actual para guias de turistas, transportistas, restarurantes, comercios y tiendas de los puntos donde descansan o toman excursiones.
En su caso, los puertos de Cozumel y Majahual en Quintana Roo son los destinos más importantes del mundo en esta rama económica, con un cifras estimadas en 5,5 millones de pasajeros anuales y una derrama de 330 millones de dólares, esto es, 6 mil 600 millones de pesos y da sustento a cerca de 11 mil familias.
En el documento, el organismo empresarial de cruceros del Caribe advirtió que, imponer tal carga a los turistas de cruceros con un tiempo mínimo de estancia real en México disuadirá a los visitantes, alterará los itinerarios de los cruceros y creará efectos económicos en cadena en las comunidades que dependen en gran medida del turismo de cruceros.
Lo que podría ocasionar la cancelación de muchas de las rutas de cruceros que parten desde Galveston, Tejas y Fort Lauderdale en la Florida y que visitan México. Además de que este mismo problema se reflejaría en las rutas de cruceros que cubren Los Cabos, La Paz, Mazatlán, Ixtapa y Acapulco en las rutas del Pacífico y que se originan en Los Angeles, California.
Según la asociación de la industria de cruceros, incluso, una modesta reducción del 15 por ciento en las escalas de cruceros en puertos mexicanos podría anular los beneficios económicos previstos del impuesto.
Con una previsión de más de 10 millones de pasajeros en 2025, incluso un descenso mínimo en el tráfico de cruceros supondría una pérdida de millones de dólares en ingresos para las empresas, excursiones y servicios locales, lo que anularía o incluso superaría los ingresos fiscales totales previstos con la medida. Tales resultados podrían infligir un daño significativo a las comunidades dependientes del turismo en México, socavando el propósito del impuesto.
El gobierno federal determinó aplazar por seis meses la tasa impositiva de 42 dólares, esto es, hasta el 1 de julio próximo cuando deberá iniciar el nuevo cobro para los viajeros de cruceros y las autoridades portuarias y migración inicien este cobro federal.