


William Parra.- Mérida, Yuc. 25 de enero- Las acciones proteccionistas establecidas por la nueva administración del gobierno estadounidense representan un serio problema para empresas y productos locales. Las exportaciones más importantes como miel, alimentos condimentados, bebidas y hortalizas estarían en la lista de productos con gravamen, según los anuncios del gobierno del presidente Trump.
De esta manera, las modificaciones a tasas arancelarias ha puesto en alerta a varias compañías yucatecas, especialmente aquellas que dependen del comercio con el vecino del norte. Los sectores más afectados incluyen la agroindustria, los productos textiles y el procesamiento de alimentos, pilares clave en la economía local.
Entre los productos que se incluyen en estas tasas impositivas son: miel, como Miel y Cera de Campeche, reconocida a nivel internacional por su calidad, y que tiene como principal destino el mercado estadounidense. De igual forma, el henequén, históricamente un motor económico del estado, enfrenta retos para mantener su competitividad debido al aumento en costos.
Otros productos relevantes, como las salsas de chile habanero producidas por marcas como La Anita y Salsas el Yucateco, y los alimentos procesados de Ki’Xocolatl, también estarán bajo presión.
El sector textil también se enfrenta a un escenario complejo. Marcas como Nike, que cuentan con operaciones de manufactura en Yucatán, podrían incrementar sus costos de exportación, afectando la distribución de productos en Estados Unidos y poniendo en riesgo la estabilidad laboral de cientos de empleados en el estado.
De igual forma, empresas dedicadas a la producción de muebles y artesanías, como Artefactos de Madera Mayab, ahora deberán absorber o trasladar los costos adicionales derivados de los aranceles, elevando sus costos y sus productos y con ello reducir su demanda.
En el caso de empresas reubicadas en el estado como John Deere y Cargill, que operan en sectores agroindustriales, tendrán que revalorar sus mercanismos de producción indirectamente, por las medidas o reducir la demanda de sus productos finales en Estados Unidos.
Estas empresas no solo impulsan la economía estatal, sino que también generan una importante cantidad de empleos, los cuales podrían estar en riesgo.
Por otro lado, representantes del sector empresarial yucateco han manifestado su preocupación, señalando que estos aranceles no solo afectan los ingresos de las compañías, sino también ponen en riesgo empleos. Se estima que cerca del 40% de las exportaciones de Yucatán tienen como destino Estados Unidos, lo que evidencia la alta dependencia comercial con dicho país.
A pesar del panorama complicado, organismos empresariales y cámaras de comercio trabajan en la búsqueda de alternativas, como la diversificación de mercados en Europa y Asia, además de fomentar el consumo interno para reducir el impacto. Sin embargo, recalcan que estas estrategias requieren tiempo y apoyo gubernamental para ser efectivas.