
William Parra.- Mérida, Yuc. 17 de mar.- La escalada de precios y la requitetación de productos está ocasionando serios daños a las tienditas, changarros y minisuper que tienen que comprar productos de manera constante con costos mayores. Luis Enrique Contreras Ramírez, presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), alertó que la escalada de precios en alimentos básicos complica la estabilidad de los micro negocios.
Explicó que, las constantes alzas en productos de consumo diario están afectando a los pequeños comercios, generando preocupación entre los comerciantes. que ya enfrentan una dura competencia con el comercio informal que vende muchas productos de dudosa procedencia.
Entre los productos de primera necesidad con mayor demanda es el huevo, cuyo precio ha registrado dos aumentos recientes y podría incrementarse aún más durante la Cuaresma debido a la alta demanda.
Dijo que, alimentos como frutas y verduras también están “volatilizando” los precios. En su caso el tomate y la cebolla ha mostrado alzas constantes, impulsado por una menor oferta en el mercado.
Contreras Ramírez aseguró que, aunque los aumentos no son tan pronunciados como en otros años, representan un problema para los negocios que operan con márgenes reducidos. Además, mencionó que el comercio local enfrenta retos adicionales, como la falta de apoyos gubernamentales y el cambio en los hábitos de consumo, impulsado por la llegada de nuevos residentes a la ciudad.
Aunque algunos productos como el pan dulce y las botanas han mantenido su precio, otros artículos de alta rotación, como los refrescos embotellados, han registrado incrementos, lo que afecta el presupuesto de los consumidores y reduce las ventas en los pequeños comercios.
Expuso que, en el caso de los micro negocios, las ventas de productos de costea de acuerdo a las condiciones que se registra en precios y productos, pero a todo ello, hay que agregar el combustible y las tarifas de energía eléctrica que siguen siendo muy altas para negocios comerciales, que repercuten en el precio final al consumidor.
Señaló que, en tanto que el salario mínimo no rinde, las familias dejan de comprar una gran cantidad de productos y la merma en las tiendas es mayor, por lo que, el comerciante debe sostenerse e incrementar los precios para poder subsistir en la medida de lo posible, compitiendo muchas veces con las tiendas de conveniencia que la gente utiliza para adquirir los productos más indispensables, comentó.