
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 18 de mar.- Los fabricantes textiles chinos invaden el mercado internacional con toda clase de prendas de vestir incluyendo guayaberas, lo que establece un riesgo para la prenda de vestir más tradicional de Yucatán. La Cámara Nacional de la Industria del Vestido en el estado alertó una vez más, de la gran cantidad de ropa y prendas que se están introduciendo al mercado, lo que pone en jaque a pequeños artesanos, modistas y sastres que trabajan estos productos locales.
Gerardo González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido en Yucatán (Canaive) señaló que, nuestra prenda tradicional se enfrenta a una situación difícil, ante la la creciente importación de versiones chinas y la incorporación de bordados no tradicionales, que están inundando el mercado y compiten de manera desleal con la ropa yucateca.
Señaló que, la guayabera y la filipna, símbolo de tradición y orgullo en Yucatán, es copiada y reproducida por comerciantes orientales de manera muy alta, lo que establece un daño a la propiedad intelectual. Esta situación, sostuvo, amenaza la industria local, comprometiendo la calidad de la prenda y el sustento de los artesanos que mantienen vivas las técnicas ancestrales.
En el marco del Día de la Guayabera, a celebrarse el 21 de marzo, el empresario advirtió sobre la amenaza que representan las importaciones asiáticas. Para enfrentar este desafío, se han impulsado medidas como la aplicación de aranceles y campañas de concienciación sobre la importancia de valorar la producción local.
González destacó que una guayabera yucateca, confeccionada con lino o algodón y bordada a mano, puede durar hasta cinco años, mientras que las imitaciones suelen deteriorarse en pocos meses.
Además, el sector busca diversificar mercados, explorando oportunidades en Europa y la región Asia-Pacífico para reducir la dependencia de Estados Unidos.
Por otro lado, los artesanos lamentan la pérdida de identidad en algunos diseños, donde los bordados tradicionales, como el xokbil-chuy, han sido sustituidos por versiones genéricas. Este fenómeno no solo afecta la autenticidad de la prenda, sino que también diluye el legado cultural yucateco.
Abundó que, la guayabera, cuya historia se remonta al siglo XVIII en Cuba, encontró en Yucatán un hogar donde evolucionó en estilo y técnica. Su transformación en un símbolo de distinción para ceremonias y eventos oficiales refleja el arraigo de esta prenda en la identidad regional, comentó.