
Ya sabíamos que la obesidad aumenta el riesgo de cáncer de mama y que puede facilitar que se extienda a otros órganos. Pero no estaba claro por qué ocurre eso.

Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto una posible explicación sobre cómo la obesidad aumenta el riesgo y la propagación del cáncer de mama triple negativo. La investigación, liderada por Héctor Peinado, revela que una dieta rica en grasa activa procesos que favorecen la metástasis.
Los ratones utilizados en el estudio presentaban cambios biológicos en los pulmones, como mayor activación de plaquetas, coagulación y presencia de la proteína fibronectina, que facilita la adhesión de células tumorales al tejido pulmonar. Las plaquetas protegen a las células cancerosas de ser detectadas por el sistema inmunológico durante su viaje por el cuerpo.
Aunque no se encontró una relación directa entre obesidad y metástasis en humanos, los pacientes con mayor coagulación presentaban un mayor riesgo de recaída a cinco años. Esto sugiere que los niveles de coagulación pueden servir como señal de alerta para identificar riesgos en pacientes con cáncer de mama.
Cuando los ratones cambiaron a una dieta baja en grasa, las plaquetas y la coagulación volvieron a niveles normales, reduciendo la metástasis. Los resultados indican que la dieta podría complementar otros tratamientos y mejorar el manejo clínico de pacientes con cáncer de mama en el futuro. Sin embargo, se necesita más investigación para entender completamente cómo la dieta afecta el entorno del cáncer.