
Advertencias sobre la reforma judicial y sus posibles vínculos con el narcotráfico cobran relevancia tras las declaraciones del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.

Advertencias sobre la reforma judicial y sus posibles vínculos con el narcotráfico cobran relevancia tras las declaraciones del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Él admitió la existencia de candidaturas judiciales sospechosas de tener conexiones con el crimen organizado.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) condenó las declaraciones de Noroña, reafirmando las alertas previas sobre la reforma judicial. Según Jufed, las elecciones judiciales son un mecanismo de cooptación por intereses políticos y criminales, no un acto democrático.
El exembajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ya había advertido sobre el riesgo de infiltración del crimen organizado en el Poder Judicial debido a esta reforma. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también expresaron preocupaciones similares antes de su aprobación en septiembre del año pasado.
Fernández Noroña aseguró que han detectado al menos 20 candidatos a puestos judiciales con posibles vínculos con el crimen organizado. Propuso retirar sus candidaturas antes de la jornada electoral, a diferencia de lo sugerido por el Instituto Nacional Electoral (INE), que quiere esperar los resultados de la elección para actuar.
Aunque los Comités de Evaluación aprobaron estas candidaturas cuestionables, Fernández Noroña descartó sanciones para sus integrantes, argumentando que actuaron bajo la premisa de que los aspirantes no tenían antecedentes penales y enfrentaron una excesiva carga de trabajo sin remuneración.