
Detrás de los recientes narcobloqueos en México, que causaron al menos ocho muertes, se encuentra una disputa territorial entre cárteles en el occidente del país, particularmente en Michoacán, Guanajuato y Jalisco, formando un nuevo «triángulo dorado».

Estas entidades están vinculadas a la ola de violencia en México y son santuarios de importantes grupos criminales, algunos de los cuales han sido designados como organizaciones terroristas internacionales por el gobierno de Donald Trump.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que las disputas entre cárteles son la causa de los bloqueos recientes y descartó que sean una respuesta al gobierno por la detención de líderes criminales.
En este nuevo «triángulo dorado», Michoacán ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre cárteles y grupos delictivos que luchan por el control de «Tierra Caliente», una zona clave para el tráfico de drogas nacional e internacional. Guanajuato es el estado más violento del país, con el 11.8% de los homicidios totales en lo que va de abril. Jalisco es considerado uno de los estados más peligrosos debido a las luchas entre cárteles y hechos recientes como el hallazgo de un campo de adiestramiento en el rancho Izaguirre.
Los cárteles involucrados en esta disputa son: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, la Nueva Familia Michoacana, Caballeros Templarios y «Los Viagras». El CJNG lidera principalmente Jalisco, pero el Cártel de Sinaloa ha intentado hacerle frente en zonas como «Los Altos». En Michoacán, además de la disputa entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa, existen otros cárteles que luchan por las plazas, como la Nueva Familia Michoacana y «Los Viagras». Ambos cárteles principales también tienen presencia en Guanajuato, uno de los estados más violentos del país.