
Estados Unidos y China han acordado reducir temporalmente los aranceles sobre productos mutuos, lo que alivia las tensiones comerciales entre las dos mayores economías globales. Esta tregua da a ambas partes tres meses para negociar un acuerdo más amplio.

Los aranceles combinados del 145% impuestos por Estados Unidos a la mayoría de las importaciones chinas se reducirán al 30%, mientras que los gravámenes chinos del 125% sobre productos estadounidenses bajarán al 10%. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que es improbable que los aranceles recíprocos a China bajen del 10%, pero no se excluye una posible reducción parcial de los aranceles al fentanilo si Beijing coopera activamente en buscar soluciones a la crisis.
Las reducciones arancelarias no se aplican a los aranceles sectoriales impuestos a todos los socios comerciales de Estados Unidos, y los aranceles aplicados a China durante la primera administración Trump permanecen vigentes. Si las negociaciones avanzan, existe la posibilidad de acuerdos de compra para equilibrar el mayor déficit comercial bilateral.
Tras el anuncio, las acciones y el dólar subieron, y el yuan offshore también se fortaleció. China suspenderá o cancelará las contramedidas no arancelarias impuestas a Estados Unidos desde el 2 de abril, incluyendo la incorporación de siete tierras raras a su lista de control de exportaciones.
El economista jefe de ING para la Gran China, Lynn Song, considera que el acuerdo, que reduce significativamente los aranceles sin concesiones, probablemente será visto como una victoria para China. Al mismo tiempo, China publicó un libro blanco sobre seguridad nacional, prometiendo agregar más herramientas al conjunto de herramientas de represalia de Beijing y mejorar los mecanismos para contrarrestar las sanciones y la llamada jurisdicción de brazo largo.