
Eduardo May.- Mérida, Yuc. 17 de junio. – A punto de iniciar la temporada vacacional de verano las costas de la península de Yucatán se mantienen afectadas por toneladas de sargazo que siguen arribando desde el Mar Caribe. El litoral de Quintana Roo y el oriente del estado de Yucatán se estima recibirán unas 37 mil toneladas de material marino.
Los reportes de la Secretaría de Marina, que monitorea el arribo de las algas, se advierten que, hasta el mes de agosto se mantendrá el desplazamiento de estas especies de vegetación dañando zonas costeras de los dos estados, primordialmente el Caribe Mexicano.
La Semar informó que, en el caso de Quintana Roo la situación es crítica en los puertos de Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum donde la mancha de sargazo alcanza unos 130 kilómetros. La dependencia destacó que, se han colocado ‘barreras sargaceras’ en gran parte del litoral de los cuatro municipios del norte del estado; sin embargo la afectación es importante debido al volumen de algas que son arrastradas por las corrientes marinas.
En el caso, los municipios del oriente de Yucatán, Tizimín, Rio Lagartos y San Felipe, pero también en Dzidzantún y Yobaín, han reportado arribo de algas a las playas; sin embargo no con el volumen que está afectando al estado de Quintana Roo. El sector hotelero no ha confirmado si este problema afectará la llegada de turistas a los puertos, que disfrutan de sol y playa en los puertos yucatecos, pero se espera que, no alcance a cubrir toda la costa yucateca.
En Quintana Roo la afectación turística es evidente, principalmente para los hoteles de playa en el norte del estado. El arribo del sargazo que inició desde finales del mes de abril se ha incrementado a volúmenes récord y las estimaciones en el monitoreo de las autoridades federales que dan seguimiento a este problema es que, los siguientes tres meses, la cantidad de vegetación aumentará considerablemente.
Las versiones científicas sobre el problema del sargazo en las costas yucatecas, es que, son desprendimientos provenientes del Mar de los Sargazos, dicho mar, se encuentra en el Atlántico Norte.
Según se explica, las algas crecen rápidamente logrando duplicar su masa en menos de 18 días; esta especie de vegetación tiene vesículas llenas de gas que les permiten flotar, por lo que las grandes extensiones se convierten en un hábitat flotante, que puede proporcionar alimento, hogar y refugio a varias especies marinas como plantas, crustáceos, aves, peces, tortugas e incluso ballenas.
Estos desprendimientos son arrastrados por las corrientes marinas que desplazan grandes volúmenes hasta llegar hasta la barrera natural que son las costas donde la planta muere. Los científicos establecen que, el sargazo de manera masiva puede interferir en la transmisión de luz hacia abajo de la columna de agua, afectando en especial a los pastos marinos.
Cuando el sargazo muere y se descompone, consume grandes cantidades de oxígeno causando anoxia, lo cual matará a otras especies; también las masas de sargazo pueden intervenir con la anidación y eclosión de tortugas marinas, poniendo en riesgo especies que brotan en las zonas de manglares y humedales vinculados al mar.
En el reporte de la Semar se indica que, en los últimos cinco años, las costas de la península de Yucatá han recibido unas 266 mil toneladas de la macro alga y se espera que en este año la cifra pueda alcanzar un recórd, con cerca de 500 mil toneladas de sargazo.