
De pescador a guardián: la lucha por salvar al achoque en Michoacán

Un ex-pescador se convierte en protector de una especie en peligro
Froylán Correa, antes dedicado a la pesca en el lago de Pátzcuaro, ahora lidera esfuerzos para preservar al achoque, una salamandra con propiedades regenerativas únicas y en riesgo crítico de extinción.
- El achoque, especie endémica de Michoacán, enfrenta amenazas como la contaminación, la sobrepesca y la extracción de agua.
- Biólogos de la Universidad Michoacana colaboran con comunidades indígenas para su reproducción en cautiverio.
- La iniciativa combina conocimiento científico y tradicional, ofreciendo remuneración a los pescadores locales.
- La población actual del achoque es de apenas 80 a 100 ejemplares, una fracción mínima comparada con décadas pasadas.
- Su capacidad regenerativa lo hace clave para investigaciones médicas y culturales.
La apuesta por la conservación comunitaria
Froylán Correa, ex-pescador y ahora recolector de huevos, destaca la urgencia de proteger al achoque, cuya población ha disminuido drásticamente. «Había mucho achoque, ahora la nueva generación ni lo conoce», señala. Los huevos son incubados en laboratorios universitarios y los ejemplares criados son liberados en el lago. El biólogo Rodolfo Pérez enfatiza los desafíos económicos: «Encontrar una retribución justa para los pescadores es crucial, pues requieren atención diaria». La colaboración ha logrado una población estable, aunque aún insuficiente.
- Pérdida cultural: El achoque es parte de la herencia prehispánica, usado como alimento y medicina tradicional.
- Avance científico: Su capacidad regenerativa podría revolucionar tratamientos médicos.
- Equilibrio ecológico: Su extinción afectaría el ecosistema del lago de Pátzcuaro.
- Modelo de conservación: La alianza entre científicos y comunidades locales es un ejemplo replicable.
El proyecto mantiene una población estable de 80 a 100 achoques, pero los expertos advierten que es necesario escalar los esfuerzos. Se buscan fondos para ampliar la remuneración a los pescadores y mejorar las instalaciones de cría. A corto plazo, se planea liberar más ejemplares y monitorear su adaptación, aunque la contaminación del lago sigue siendo una amenaza latente.