
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha dado un nuevo zarpazo a la oposición nicaragüense, con la aprobación este lunes de forma expedita de la Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanĆa y autodeterminación para la paz, con la que anula por completo la competencia polĆtica para las elecciones programadas para noviembre de 2021, un proceso considerado clave para resolver la crisis polĆtica que sufre este paĆs centroamericano desde 2018.
El Ejecutivo envió el proyecto de ley el pasado viernes. La Asamblea Nacional āfiel a Ortegaā convocó de manera urgente a una sesión especial durante sus vacaciones de fin de aƱo para aprobar esta normativa que impide a todo opositor considerado āgolpistaā postularse a una candidatura. La norma tambiĆ©n abre la posibilidad a procesar penalmente a los opositores.
āSerĆ”n traidores a la patria, por lo que no podrĆ”n optar a cargos de elección popular, esto sin perjuicio de las acciones penales correspondientes establecidas en el Código Penal de la RepĆŗblica de Nicaragua, para los actos de traición, los delitos que comprometen la paz, y los delitos contra la Constitución polĆtica de la RepĆŗblica de Nicaraguaā, reza la ley aprobada con 70 votos.
SegĆŗn el rĆ©gimen, acusado de cometer crĆmenes de lesa humanidad, los ciudadanos que pidan o promuevan protestas sociales, asĆ como sanciones internacionales contra el rĆ©gimen sandinista, incurrirĆ”n en actos considerados āgolpe de Estadoā. Esta nueva ley se une a otro tridente de normas aprobado en la recta final de 2020, todas encaminadas a acallar y penalizar la disidencia āincluidos periodistasā con multas, penas de prisión, y hasta cadena perpetua. Esas tres leyes son la de āCiberdelitoā, āAgentes Extranjerosā y la de prisión perpetua por ācrĆmenes de odioā.
Ahora estas leyes, junto a la mĆ”s reciente, conforman un andamiaje que da sustento jurĆdico a la retórica y la represión que el Gobierno de Ortega mantiene en Nicaragua, sobre todo con un estado policial de facto y juicios polĆticos, segĆŗn los opositores.
Esta nueva ley sepulta por completo la demanda nacional e internacional de un proceso electoral competitivo y creĆble. Pero tambiĆ©n reafirma la voluntad del rĆ©gimen de perpetuarse en el poder, sin importar los seƱalamientos de violaciones a los derechos humanos en general.
SegĆŗn la ley, los opositores que son tildados por el Gobierno como āgolpistasā, traidores que ācelebran sanciones de Gobiernos extranjerosā y financiadores de āgolpes de Estadoā no podrĆ”n āoptar a cargos de elección popularā.
āSi Nicaragua tuviera cabida para una ley como la que Daniel Ortega ordenó que aprobaran, al primero que tendrĆa que aplicĆ”rsele es a Ć©l. Por todas las violaciones que ha cometido y el daƱo que ha provocado; Ć©l deberĆa ser el primer inhibido para optar a un cargo pĆŗblicoā, ha criticado Juan SebastiĆ”n Chamorro, integrante de la opositora Alianza CĆvica, y uno de los crĆticos vigilados de forma permanente por la policĆa. āEl mayor golpe de Estado lo ha dado Ortega al eliminar la institucionalidad en Nicaragua. Se ha autoproclamado dictadorā, ha aƱadido el opositor.
Con las elecciones en ciernes, la demanda es que el Gobierno realice profundas reformas que le den al proceso un mĆnimo de credibilidad, luego de repetidas denuncias de fraudes electorales en Nicaragua, con los cuales Ortega consolidó su poder omnĆmodo. La inhibición de los opositores no solo criminaliza a los posibles candidatos, sino que una vez mĆ”s sitĆŗa a Ortega ante unos comicios sin competencia.
La ley ha sido aprobada el mismo dĆa que Estados Unidos sancionó a otros tres funcionarios sandinistas. Los sancionados por el tesoro norteamericano son el diputado WĆ”lmaro GutiĆ©rrez, promotor de la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros; el jefe de la PolicĆa en el departamento de León, comisionado general Fidel DomĆnguez, seƱalado de cometer actos de abuso de autoridad y dirigir la represión contra los opositores en esa ciudad; y al vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Marvin Aguilar, una dependencia encargada de condenar a opositores.
Fuente: El PaĆs
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