Pese a prohibiciones constitucionales, empresas siguen excluyendo a candidatos por su edad con pretextos legales; especialistas piden inspecciones obligatorias y cuotas de contratación para adultos mayores

La discriminación por edad en el mercado laboral mexicano persiste a pesar de estar prohibida por la Constitución y la Ley Federal del Trabajo (LFT), según denunciaron especialistas en derecho laboral. Empresas evaden las normas con excusas como «sobrecalificación» o «falta de experiencia adecuada», mientras que ofertas de empleo siguen incluyendo rangos de edad explícitos —como «entre 26 y 35 años»— sin consecuencias legales. Las expertas Mayeli Cabral (Chevez Ruíz Zamarripa) y Sofía Gómez Bautista (Assembla Law) coinciden: el marco legal actual es insuficiente y urge una reforma que incluya vigilancia estatal, sanciones efectivas y políticas de inclusión obligatorias.
Leyes sin dientes: el edadismo que nadie frena
Aunque la LFT y la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación prohíben el edadismo, su aplicación es casi nula. Gómez Bautista señala que empresas rechazan sistemáticamente a candidatos mayores de 50 años bajo estereotipos como «menor productividad» o «mayor riesgo de enfermedades», prácticas que no son investigadas ni sancionadas. «La Norma Mexicana NMX-025 [sobre inclusión laboral] es voluntaria y sin lineamientos claros; las empresas no tienen incentivos para adoptarla», critica.
El problema se agrava con la falta de iniciativas legislativas concretas. México ratificó en 2020 el Convenio 190 de la OIT, que obliga a adoptar políticas contra la discriminación laboral, pero dos años después no hay avances. «El gobierno tiene una deuda: no hay proyectos para reformar la LFT y adecuarla a estándares internacionales», advierte Gómez Bautista. Cabral añade que propuestas como eliminar la edad como requisito en vacantes se han estancado en el Congreso.
Soluciones propuestas: desde cuotas hasta currículums ciegos
Las expertas plantean medidas inmediatas:
- Reforma a la LFT: Incluir cuotas obligatorias de contratación para adultos mayores (ej. 5% de la nómina) y inspecciones aleatorias a empresas, con sanciones por incumplimiento.
- Capacitación tecnológica: Programas públicos para reducir la brecha digital que margina a trabajadores mayores.
- Currículums sin edad ni foto: Promover formatos que prioricen habilidades sobre datos personales para evitar sesgos.
- Portal de denuncia: Crear una plataforma gratuita en la STPS para reportar discriminación, con cursos para identificar edadismo.
Cabral subraya que la responsabilidad es compartida: «Los trabajadores deben denunciar, pero el Estado debe garantizar mecanismos ágiles. Hoy, probar edadismo en un juicio es casi imposible».
Inclusión = productividad
Gómez Bautista cita estudios que vinculan diversidad generacional con mayor eficiencia empresarial. «Las empresas con equipos inclusivos son un 30% más productivas», afirma, pero insiste: «No se trata de caridad, sino de justicia y sentido común». Ambas abogan por campañas masivas que cambien la percepción social: «El mensaje debe adaptarse a cada generación, pero el objetivo es uno: trabajo digno sin importar la edad«.
Contexto clave:
- Edadismo en cifras: En 2024, el INEGI reportó que el 42% de los mexicanos mayores de 50 años enfrentó rechazo laboral por su edad.
- Comparativo internacional: Países como España y Canadá exigen auditorías de inclusión en empresas con más de 50 empleados.
- ¿Qué sigue?: Las expertas urgen a la STPS y al Congreso a priorizar el tema en el próximo periodo legislativo (septiembre 2025 – abril 2026).
Descubre más desde NotaTrasNota
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
