José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc.7 de sept.- El Instituto Nacional de Antropología Historia destinará 25 millones de pesos a la restauración y recuperación de la zona arqueológica de Ek Balám, intervención que permitirá recuperar el mascarón de la acropolis del recinto, así como edificaciones y estructuras de la milenaria urbe maya.
Ek Balám, sitio arqueológico localizado a 180 kilómetros al oriente de la ciudad de Mérida, – 30 kilómetros al norte de Valladolid- es un recinto que integra una serie de construcciones ocultas entre grandes árboles, es un sitio diferente a todos los del área maya y no se parece a ningún otro sitio arqueológico conocido del área maya.
Ek Balán, que en maya significa Jaguar negro u obscuro, tiene una historia que se remonta al 300 a.C., hasta la llegada de los españoles. Fue capital del imperio de Tah, al que rendían tributo los pueblos de la zona oriente del Estado, abarca una superficie de 12 km2, que incluye un amplio centro ceremonial, unas 80 construcciones y está delimitado por 3 murallas y cuenta con 5 entradas e igual número o sacbés (sak bé oob)
Según dio a conocer el INAH se ha implementado el programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, se desarrollará por espacio de doce meses e intervendrán 80 personas, entre investigadores, arqueólogos, trabajadores y albañiles.
El proyecto atenderá acciones emergentes de conservación y permitirá intervenir con mayor precisión y detalle los elementos decorativos de ese espacio, demás de, acciones de conservación, restauración y consolidación de monumentos de este sitio patrimonial perteneciente a la cultura maya.
El sitio arqueológico de Ek Balám se abrió hace 21 años al público y actualmente recibe a unos 22 mil turistas mensualmente, principalmente internacionales que realizan recorridos desde el estado de Quintana Roo.
Leticia Vargas de la Peña y Víctor Castillo Borges arqueólogos adscritos al Centro INAH Yucatán, dirigirán las tareas de investigación, y la restauradora Alejandra Alonso Olvera, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, el proyecto de conservación y restauración en la zona arqueológica, según se dio a conocer.
La intervención incluye la estabilización de la fachada con la representación del monstruo de la tierra y de elementos de gran importancia para dicho sitio patrimonial. Así mismo, la restauración de la fachada de la Acrópolis, de igual forma, elementos decorativos, de los relieves y los materiales pétreos de la Acrópolis, emprendido hace 20 años.
En este proceso se realizará un estudio para identificar y plantear el control de los deterioros ocasionados por fenómenos climáticos, como los ocurridos en 2020, que causaron importantes concentraciones de humedad al interior de los mismos y cuyo proceso de secado dilatará muchos años.
Alonso Olvera enfoca la atención emergente de los daños en los elementos decorativos de la fachada teratomorfa de la estructura conocida como Sak Xok Naah (“la casa blanca de la lectura”,), en el cuarto nivel de la Acrópolis; además de las representaciones de serpientes con escritura jeroglífica, así como elementos escultóricos en piedra y en estuco que recubren las portadas de los edificios ubicados en los niveles inferiores de la Acrópolis.
El proceso se completará con tratamientos de conservación y de restauración como cubiertas de protección y aerodrenes, evitaron la pérdida de materiales originales. Ya que, algunas de estas intervenciones, hechas a lo largo de dos décadas, mostraron signos de daño, alteración o falla a causa de las lluvias.
La urbe maya de Ek’ Balam, tuvo su apogeo en el periodo Clásico Tardío (600- 900 d.C.), y posiblemente fue sede del reino de Talol. El gobernante Ukit Kan Le’k Tok’ (770-801 d.C.) mandó a edificar la mayor parte de la Acrópolis, siendo el Sak Xok Nahh su sepulcro, donde fue acompañado con una rica ofrenda de más de siete mil piezas.
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