
Hubble detecta en Saturno un fenómeno que nunca se había observado en el Sistema Solar

Los descubrimientos del Telescopio Espacial James Webb (JWST) no paran de sorprender a los científicos, de eso no hay discusión. Sin embargo, el legendario telescopio Hubble también hace lo suyo, y recientemente se ha informado de un nuevo hallazgo, un fenómeno nunca visto en el Sistema Solar y que estuvo oculto a plena vista durante 40 años.
El telescopio Hubble descubrió que los anillos de Saturno calientan su atmósfera, un secreto que había estado oculto a plena vista durante 40 años. Según se informa recientemente la NASA a través de un comunicado, el hallazgo fue gracias a la perspicacia de un veterano astrónomo, quien analizó todo un año las observaciones de Saturno realizadas por Hubble, la retirada sonda Cassini, y de las naves Voyager 1 y 2.
Saturno es el sexto planeta desde el Sol y el segundo planeta más grande de nuestro sistema solar, el mismo que luce elegante con un deslumbrante y complejo sistema de anillos. El novedoso hallazgo muestra que el vasto sistema de anillos de Saturno está calentando la atmósfera superior del planeta gigante. Los astrónomos no habían observado este fenómeno previamente en el vecindario cósmico.

Según explican los colaboradores de la NASA, el fenómeno se trata de una interacción inesperada entre Saturno y sus anillos. El descubrimiento podría proporcionar una herramienta para predecir si los planetas alrededor de otras estrellas también tienen este espectacular sistema de anillos, al igual que nuestro Saturno.
Los científicos saben que la atmósfera está siendo contaminada y calentada desde el exterior debido a que las observaciones muestran es un exceso de radiación ultravioleta, vista como una línea espectral de hidrógeno caliente en la atmósfera de Saturno. Hasta ahora la explicación más razonable es que las partículas heladas del anillo que llueven sobre la atmósfera de Saturno causan este calentamiento, aunque no se explica con detalle el proceso.
Se sospecha que podría deberse al impacto de micrometeoritos, al bombardeo de partículas del viento solar, a la radiación ultravioleta solar o a fuerzas electromagnéticas que recogen polvo cargado eléctricamente. Es el mismo campo gravitatorio de Saturno el que arrastra las partículas hacia el interior. Los datos de Cassini, la que justo antes de finalizar su misión se sumergió en el planeta, pudo detectar partículas que caen desde los anillos.
“Aunque la lenta desintegración de los anillos es bien conocida, su influencia en el hidrógeno atómico del planeta es una sorpresa. Gracias a la sonda Cassini, ya conocíamos la influencia de los anillos. Sin embargo, no sabíamos nada del contenido de hidrógeno atómico”, dijo Lotfi Ben-Jaffel, del Instituto de Astrofísica de París y del Lunar & Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona, autor de un artículo publicado el 30 de marzo en la revista Planetary Science Journal.
Fuente: ensedeciencia