

La Luna, ese satélite natural que todo el tiempo estamos estudiando en el cielo, ha resultado ser más complicada de lo que pensábamos. Resulta que está encogiéndose, y los científicos de la NASA han estado investigando por qué. Ahora, te contaré de una manera fácil de entender. No podemos verlo desde la Tierra, pero un estudio financiado por la NASA ha revelado que la Luna, en realidad, tiene «temblores lunares«.
Esto está relacionado con un proceso de enfriamiento y contracción en su interior que está causando cambios en su superficie. Especialmente en el polo sur. Lo primero que debemos saber es que la Luna no es tan tranquila como parece. Aunque parece estar quieta en el cielo, en realidad, su interior está caliente. Hay un núcleo interno como el de la Tierra que se está enfriando con el tiempo, y a medida que esto sucede, la Luna se está encogiendo.
Este proceso provoca grietas en la superficie lunar, que los científicos llaman fallas. El estudio, liderado por Thomas R. Watters, un científico emérito de la NASA, usó datos recopilados por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO). Este es un satélite que ha estado dando vueltas a la Luna y tomando fotos detalladas de su superficie.
Los científicos pudieron relacionar un fuerte terremoto lunar con estas fallas en el Polo Sur lunar, que es una región que ha ganado mucha atención últimamente. El terremoto lunar más grande que registraron fue como un 5.0 en la escala, lo cual suena moderado en la Tierra, pero en la Luna, donde la gravedad es más débil, puede ser más impactante.
Puedes imaginar que incluso una pequeña sacudida puede desequilibrar a los astronautas que caminan por la Luna debido a la baja gravedad. Es interesante pensar que la Luna no es un lugar tranquilo como podríamos pensar. Aunque no lo vemos desde aquí abajo, están sucediendo cosas en su superficie y su interior.

Incluso hubo deslizamientos de tierra detectados por el Lunar Reconnaissance Orbiter mientras daba vueltas alrededor de la Luna. Ahora, este descubrimiento tiene algunas implicaciones para nuestros planes espaciales. Por ejemplo, la región del Polo Sur lunar, que ha sido el centro de atención para misiones de la India, Rusia, China, y la NASA, no es tan estable como pensábamos.
La NASA está planeando enviar astronautas nuevamente a la Luna en la misión Artemis III para el año 2026, pero este estudio plantea preguntas sobre la seguridad a largo plazo en la Luna. Aunque el estudio no afectará la elección del lugar de aterrizaje para la Artemis III, sí hace que pensemos en el futuro. Los científicos están diciendo que los terremotos lunares fuertes son eventos poco frecuentes y no representan un gran riesgo para misiones cortas en la Luna.
Pero, si queremos establecer una presencia humana a largo plazo, necesitaremos pensar cuidadosamente sobre dónde aterrizamos y cómo lidiar con estos fenómenos lunares tan raros.
Enséñame de ciencia.