
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 30 de abril. – Los partidos políticos adolecen de credibilidad y resultados y las olas de cambios estructurales están superando a las organizaciones políticas, restando condiciones de respuestas a los ciudadanos, quienes prefieren ceder condiciones democráticas ante la falta de efectos a sus reclamos, señaló Eduardo Núñez Vargas director del Instituto Nacional Democrático (NDI, por sus siglas en inglés) en Guatemala y también director del Programa de Seguridad Pública de Centroamérica.
Núñez Vargas ofreció una conferencia este día sobre la participación ciudadana, el desarrollo democrático en América Latina y la tarea de los observadores electorales en el Foro Internacional de Observación Electoral que se realizó en Coparmex-Mérida. En su exposición, el conferencista detalló los retos, alcances y fortalezas y debilidades de los procesos electorales que se han presentado en los últimos años en Latinoamérica.
Expuso que, la tarea para los partidos es tratar de avanzar en base a los reclamos y anhelos de la sociedad y generar resultados socioeconómicos que permitan superar los problemas que vive los ciudadanos. Agregó que, los partidos políticos han sido rebasados por la sociedad y los denominados líderes, poco han logrado para sacar adelante acciones, requerimientos y conclusiones en beneficio de todos los grupos sociales.
El conferencista declaró que, los partidos políticos han sido un factor de retroceso a la vida democrática de los países, estableciendo que, se debaten en ideologías y postulados distantes a las necesidades de los ciudadanos, además de que, insisten en repetir errores y ataduras que manifiestamente no han dado respuesta a los anhelos sociales.
En forma reiterada argumentó la necesidad de incluir a las mujeres en la vida política, generando una mayor respuesta a la integración social plural que se requiere en los tiempos actuales. Puso como ejemplo situaciones como la reelección del presidente de El Salvador Bukele, que dio resultados en el combate a la delincuencia y la sociedad reaccionó para darle un voto de confianza ante los graves problemas de derechos humanos que hay en ese país.
Hizo referencia también a los cambios ideológicos en Sudamérica, en donde los partidos con ideología social han sido más cuestionados por la corrupción, qué por sus resultados, lo que ha ocasionado una desilusión y desencantamiento entre los electores y su participación social y cívica en los procesos electorales.
Argumentó que, la expectativa en México es la confiabilidad del proceso electoral y la abierta intromisión del gobierno en el proceso electoral, la abierta intención del poder gubernamental en viciar los órganos electorales y con ello tratar de ganar elecciones, sin la verdadera participación ciudadana.
Aseveró que, si bien México es uno de los países con mayor fiscalización en los recursos electorales, es abiertamente sabido que, los partidos y candidatos reciben recursos de grupos de la delincuencia organizada y que los partidos y candidatos obedecen a la lógica de estas fuerzas externas que imponen condiciones. Resaltó la violencia que se vive en este proceso electoral mexicano, donde atípicamente, no hay respuesta del gobierno a la protección de los grupos que participan en el proceso electoral.
Declaró que, los partidos políticos están lejos de resolver los problemas sociales, por lo que, cada vez es más pobre la participación electoral, además de la coacción al voto, la violencia institucional, electoral y psicología que aplican los partidos y sus candidatos en la contienda y que acaba por desinformar a la sociedad y al electorado, comentó.