
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 16 de jul. – En las próximas décadas la flora y fauna de la región peninsular se modificará debido al cambio climático, es posible que desaparezcan especies que no se adapten a las temperaturas tan altas, además de los lapsos de tiempo sin lluvias, lo que afectará también a agricultores y productores del campo, sostiene el investigador Alexander Peña Peniche.
El biólogo, especialista en efectos del cambio global del Área de Recursos Naturales del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) señaló que, entre 2070 y 2100, la flora y fauna de la región peninsular se habrá modificado, proceso que ya se advierte actualmente debido a las modificaciones climatológicas.

Señaló que, el estrés hídrico sería más crítico en la región. “ahora, tenemos agua, pero es posible que la afectación de este cambio obligue a que se reduzca de manera importante el manto freático y que la población padezca la falta del vital líquido.
Peña Peniche explicó que, es evidente que hay cambios en nuestro entorno, lo podemos apreciar con estos meses tan secos -abril, mayo y junio pasados- con temperaturas tan altas y mínimas precipitaciones. Los efectos de estos cambios podrán agudizarse en los siguientes años ante la falta de atención a los problemas ambientales, por ello, la necesaria intervención y conciencia de la comunidad, declaró.

El especialista mencionó que, el problema del estrés hídrico es debido a la sobre demanda del acuífero y la necesaria recarga con las lluvias que cada vez es mas irregular, añadió. El problema se advierte con estos lapsos de tiempo tan prologando sin precipitaciones y con las afectaciones que se están registrado en la temporada de ciclones, donde los fenómenos son cada vez más intensos, apuntó.
El problema que se está presentando actualmente es que, se está incrementando la evaporación de agua del subsuelo, los vientos están desplazando las nubes a distancias remotas a donde se necesitan estas lluvias y por ello, se están presentando problemas en la agricultura y cultivos de temporal y con ello, falta de floración y vegetación de la que dependen miles de especies como insectos, aves, mamíferos e incluso peces, comentó.

Es preciso reducir este impacto al medio ambiente, insistió, aminorar el consumismo y proteger nuestro entorno, reforestar y recuperar espacios verdes, con ello, tratar de reducir el reloj que no acerca cada vez más a una situación crítica por la pérdida de recursos naturales, abundó.
El entrevistado enfatizó el esfuerzo de la academia que aporta información, investigación y datos contundentes de estos problemas, la necesidad de que políticos y sociedad intensifiquen sus esfuerzos para responder con prontitud a resolverlos y generar acciones y condiciones para encontrar el equilibrio y detener el impacto definitivo e irreversible contra la naturaleza.
Mencionó que, anualmente la región peninsular está perdiendo hasta un 20 por ciento de su capacidad de almacenamiento en el acuífero, por lo que, a mediano plazo será un problema ante la falta de agua en la región, donde antes era suficiente y abundante sostuvo.
Peña Peniche declaró que, ya son muchos años que se está dando este cambio, dijo. El ciclo del agua en la zona está cambiando, los grados de humedad están cambiando, hay más evaporación, hay más resequedad en el suelo, los tiempos de evaporación del agua son más largos en las nubes, que muchas veces se aleja de las zonas donde tendría que generar lluvias para la recarga del acuífero, pero también para generar producción de cultivos, lo que también está afectando a los agricultores, los apicultores y las especies de la fauna que dependen de la vegetación y la humedad para producir sus alimentos, añadió.
Agregó que, es importante concientizar a la sociedad y con ello, aprender a tomar medidas ante estas afectaciones que ahora se advierten y que, tarde o temprano se podrían agudizar y afectar a más personas y también especies de flora y fauna, concluyó.
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