José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 22 de julio. – La espiral inflacionaria en un año ha elevado costos en muchos productos, alimentos, bienes y servicios. En la temporada vacacional de verano, un turista pagará hasta mil 700 pesos más por persona en el mismo sitio, en el mismo restaurante, en la misma línea aérea y con las mismas condiciones con respecto a lo que gastó en 2023.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este verano un paseante tendrá que pagar hasta un 24 por ciento más en productos y servicios de la misma calidad y condiciones a lo que costaban el año pasado. Es por ello que, un turista deberá desemvolsar mucho más que en 2023, según datos de costos por la temporada alta de vacaciones.
El reporte económico indica que, en los últimos doce meses, el precio de boletos de avión, autobus y gasolina se mantuvieron al alza, por ello, el transporte elevó sus tarifas. De la misma forma, restaurantes, tiendas de conveniencia y servicios alimenticios incrementaron sus costos de un 14 hasta en un 19 por ciento, dependiendo de algunos puntos turísticos, debido al incremento en alimentos y bebidas que han fluctuado al alza.
En el caso de Yucatán, las tarifas hoteleras en zonas de playa, alquileres a través de platafomas y la renta de casas veraniegas se ha incrementado en 12 meses, en algunos casos hasta un 70 por ciento, lo que repercute de manera directa en el bolsillo de los turistas, tanto nacionales, como extranjeros.
Algunos indicadores a detalle que especifica el Inegi son los alimentos, en el mes de junio, el reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) marcó una escalada de precios e insumos de la canasta básica en la economía local, con ello, costos de servicios e insumos en el sector inmobiliario y terciario mantienen incrementos que afectan al consumidor final.
De esta forma, al cerrar el primer semestre del año, los datos económicos del estado condicionan los costos de vida de la sociedad y colocan a la capital yucateca entre las cinco más caras del país, en esta ocasión es la tercera más cara, según el Inegi.
Yucatán, es considerado uno de los estados más caros para vivir, debido a la fragilidad salarial y consumo percapita de los habitantes. Con ello, la falta de producción de alimentos básicos que tienen que ser traídos desde otros puntos, lo que impacta con mayor fuerza la economía de las familias más pobres.
De esta manera, según el mismo indicador, una familia de cuatro personas que acuden a las playas yucatecas deberán pagar hasta 6 mil 800 pesos más que el año pasado.
Sobre este tema, Juan José Martín Pacheco presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán enfatizó que, muchas familias buscan un hotel de playa solo los fines de semana y ya no pueden acudir toda la semana, como sucedía antes, cuando rentaban una casa y podían compartir con más familiares.
Destacó que, las rentas en departamentos, casas veraniegas y cuartos o estadías a través de plataformas ha subido mucho, principalmente en destinos costeros como Progreso, Chicxulub, Sisal, Celestún, Telchac y otras poblaciones que antes eran mucho más accesibles, lo que ya es prohibitivo para muchos meridanos, incluso para familias en otros municipios que tenían como alternativa ir a la playa.