
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 24 de julio. – El Grupo empresarial turístico X’caret confronta una segunda propuesta de inversiones turística en Yucatán por problemas ambientales, lo que ha provocado que organismos internacionales intervengan y señalen el impacto ambiental que ocasionan estas inversiones económicas para la población y el entorno ecológico.
Tras sufrir un revés en 2021con un proyecto en el municipio de Valladolid donde invirtió recursos millonarios y ahora se encuentra varado, el grupo X’caret del empresario Miguel Quintana Pali y socios, ventilan las condiciones para proyecto de un parque de diversiones y hospedaje en el municipio de Santa Elena, en el centro del estado de Yucatán, donde deforestarían unas 150 hectáreas de selva baja virgen.
Ante esta propuesta, la organización ecologista internacional Greenpeace intervino para pedir a la moribunda Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), negar la autorización de cambio de uso de suelo forestal para este megaproyecto turístico.
Greenpeace dio a conocer que, el 19 de julio pasado, presentó a la dependencia federal una alerta respecto a la Manifestación de impacto Ambiental (MIA) que Grupo Xcaret presentó sobre la construcción de infraestructura turística en el municipio de Santa Elena, ubicada en la zona conocida ‘región del Puuc’, área con importantes edificaciones mayas, en la zona de influencia de la milenaria urbe de Uxmal.
La ONG ambientalista destaca que, este proyecto requerirá hasta 22 veces el volumen anual de agua que consume todo el municipio, que actualmente tiene una población de 3 mil 500 habitantes y es eminentemente maya, ocasionando una creciente urbanización y especulación inmobiliaria, lo que contribuiría a graves afectaciones a la cultura y biodiversidad de esta comunidad.
Según detalló el organismo Greenpeace, el megadesarrollo turístico contempla nueve hoteles de 18 pisos cada uno, que albergarán a una capacidad máxima de 16 mil 200 huéspedes, es decir, cuatro veces la cantidad de la población actual de la localidad de Santa Elena, cercana a la Zona Arqueológica de Uxmal.
Advirtió que, el proyecto se ubica en la zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, donde Grupo Xcaret incluye macrolotes para proyectos turísticos y espacios residenciales, lo que impactará de manera directa en el municipio con sobrepoblación.
Greenpeace advirtió que, esta Reserva Biocultural alberga especies endémicas que estarán en riesgo con este desarrollo económico según la NOM-059-SEMARNAT-2010, entre otros: el pavo ocelado -pavo de monte-, el búho virginiano, el loro de frente blanca y el loro yucateco que podrían desplazarse con el proyecto.
La ONG llamó a la dependencia federal Semarnat a frentar el proyecto y fortalecer y ampliar los polígonos de protección de reservas y áreas naturales protegidas de la selva yucateca y cancelar proyectos que atenten contra el hábitat de la región.
Este es el segundo proyecto empresarial de grupo X’caret que tiene problemas y reclamos ambientales en Yucatán por el proceso de construcción e impacto ambiental que ocasionan. En 2020 el gobierno federal intervino para frenar el desarroyo del proyecto denominado Xibalbá, en el municipio de Valladolid, al oriente del estado.
El parque temático denominado «Xibal-bá» -Inframundo maya- contaría con un parque acuático, cenotes habilitados como paradores turísticos y restaurantes, que operaría a partir de 2022, tras una inversión de 3 mil 314 millones de pesos.
En ese entonces, Miguel Quintana Pali informó que, el Grupo Xcaret expandiría su circuito de parques recreativos en el triángulo formado por los poblados de Yalcobá, X-Tut y Sisbichén, en el perímetro de Valladolid, en ocho enormes cenotes con un recorrido ambientado en la estilización de la cultura maya, proyecto que quedó detenido sin visos de poder terminarse.