
José Cortazar Navarrete.- Mérida, Yuc. 24 de julio. – Especialistas e investigadores de los fenómenos climatológicos advirtieron del inicio del trimestre más crítico de la temporada de huracanes en la región Atlántico-mar Caribe y Golfo de México en los meses de agosto, septiembre y octubre. Las instituciones que emiten sus predicciones sobre estos fenómenos señalan de tormentas tropicales más intensas y potentes para este 2024 en este período.
Sobre este tema, la Universidad Estatal de Colorado de Estados Unidos emitió en abril pasado un avance de sus predicciones sobre la temporada de huracanes en el Atlántico, señalando que, seria “muy superior al promedio” en 2024.
La Universidad Estatal de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés) publicó el pronóstico en desde la Conferencia Nacional de Tiempo Tropical (National Tropical Weather Conference), donde destacó que, la temporada de huracanes en el Atlántico sería “extremadamente activa”. El equipo atribuye las temperaturas récord de la superficie del océano Atlántico tropical y subtropical oriental, como factor principal para su predicción de 11 huracanes este año.
La institutción emitió un nuevo pronóstico el pasado 9 de julio y un reporte final el 6 de agosto próximo sobre los simulaciones matemáticas y modificaciones a los modelos informativos de sus programas de previsión. En el último reporte se indicó que, la temperatura del mar en las zonas atlánticas continúan elevadas favoreciendo al impulso de formación de tormentas tropicales en la región.
Los datos técnicos indican que, cuando las aguas del Atlántico tropical y subtropical oriental y central son mucho más cálidas de lo normal en la primavera, estas tienden a debilitar la alta presión subtropical y los vientos que soplan a través del Atlántico tropical. Hay una probabilidad que estas condiciones conduzcan a una continuación de temperaturas del agua muy por encima del promedio en el Atlántico tropical durante el pico de la temporada de huracanes 2024 del Atlántico.
Un Atlántico muy cálido favorece una temporada superior al promedio ya que la fuente de combustible de un huracán es el agua cálida del océano. Además, un Atlántico cálido resulta en una presión atmosférica más baja y una atmósfera más inestable. Ambas condiciones favorecen los huracanes, se explica.
Actualmente las condiciones del Pacífico tropical se caracterizan por presentar condiciones del fenómeno de El Niño. Hay una probabilidad que estas condiciones cambien a condiciones de La Niña para el pico de la temporada de huracanes del Atlántico, el cual es de agosto a octubre.
El fenómeno de La Niña tiende a disminuir los vientos del oeste en los niveles superiores de la atmósfera, a través del Caribe hacia el Atlántico tropical. La disminución de los vientos en los niveles altos reduce los vientos cortantes, lo que favorece la formación e intensificación de huracanes en el Atlántico.
Estas predicciones apuntan a fenómenos más intensos y potentes, como sucedió con el huracán Beryl, que en julio pasado alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir Simpson, arrazando con fuerza las islas de las Antillas Menores. Un hecho que nunca se había registrado en un fenomeno tropical en un mes de julio.
En su caso, la peninsula de Yucatán cruza por afectaciones climatológicas evidentes, luego de cumplir 48 días superando los 40 grados de temperatura, precipitaciones mínimas, sensación térmica de hasta 50 grados en algunos dias, provocando una sequía intensa y mayor estrés hídrico al manto acuífero de la región.
Los analistas e investigadores consideran importantes tomar previsiones en el próximo trimestre agosto-octubre, cuando se espera que la intensidad y fuerza de las tormentas tropicales se incremente, debido a la calidez del mar. Datos cientificos han establecido que, el pasado lunes 3 de julio fue el día más caluroso jamás registrado a nivel mundial, según datos de los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos.
Los investigadores advierten de estos importantes cambios en el orbe con registros termicos de 28 grados en el Mar Mediterráneo en la segunda semana de julio, un dato que nunca antes se había alcanzado, así como registros termicos muy altos en ciudades, regiones del globo terráqueo que den cuenta de estas modificaciones al medio ambiente, se informó.